『 ❝ 𝑶𝒋𝒐𝒔 𝒄𝒐𝒍𝒐𝒓 𝒓𝒐𝒋𝒐 𝒔𝒂𝒏𝒈𝒓𝒆 ❞ 』

09 -【La nada】

—-¿Hola? ¿Hay alguien aquí?

El hechicero se incorporó, sacudiéndose el polvo de su bata y mirando a su alrededor, buscando algo o alguien.
Juan se encontraba en una sala completamente vacía, era una sala que parecía no tener fin, era de color blanco, tampoco parecía que tuviera paredes, ni techo; el lugar era tal y como imaginamos "La nada" cuando pensamos en ella.

Juan miró a todos lados, un espejo simple apareció cuando volvió a mirar frente a él, confundido, se acercó con pasos cortos, y con delicadeza, miró su reflejo.

—-¿Qué?

Juan ladeo la cabeza, se veía a él en el espejo, pero no se veía normal, era él, vistiendo la sudadera negra de luzu y con los mismos ojos que vio reflejado la otra noche en el trozo de este, en su casa.

Juan se hizo un repaso de arriba abajo, estaba vestido con su ropa normal, volvió a levantar la mirada para mirarse al espejo,

Juan hizo un gesto con la mano, sacudiéndola en un saludo, el espejo lo reflejó a la perfección, solo que en vez de la bata de hechicero y los ojos cafés, con la sudadera de su amigo y los ojos de este.

—-¿¡Juan, Juan?!

Juan se giró rápidamente, pero no había nadie.

—-¿Hola? ¿Hay alguien? —- volvió a repetir el hechicero mirando a todas partes.

—-¡Juan, despierta! —se volvió a escuchar la misma voz.

Juan se volteó para volver a ver el espejo, pero cuando quiso volver a ver su reflejo, este ya no estaba.

—-¡Juan! – repitió la voz

Cuando Juan pestañeó, ya no estaba en la sala blanca, estaba en la cocina de su casa, en el lugar donde se había desplomado.

—-¡Juan!—Luzu estaba frente a él, agitándolo.

—-Luzu... ¿qué ha pasado?

—-Yo solo he bajado, y te he encontrado aquí.

Juan se incorporó, aún un poco adormecido y con un poco de mareo.

—-Juan, ¿¡Necesitas algo?!

Juan, aún asimilando el extraño sueño que había tenido, se miro la mano la herida que se había hecho antes de desmayarse ya no estaba.

Juan movió lentamente su mano, confundido.

—-Juan, contesta, ¡¿qué cojones te pasa?!

—-No necesito nada, gracias luzu—-contestó sin levantar la mirada de su mano

—-Vete a la mierda Juan, ni si quiera me miras..—-Luzu, indignado, se dió la vuelta, dándole la espalda a juan

Una misteriosa sonrisa malévola apareció en el rostro de Luzu mientras se iba.

Juan, aun un poco adormecido, no hizo caso a luzu, se puso de pie, al mirar por la ventana y ver que era de noche, giró la mirada para revisar la hora

—-¡¿La una de la mañana?!—- se sorprendió mirando el reloj que había colgado en la pared.—-debo irme a la cama..

Juan fue a su habitación, se sentó en su cama y miró al frente donde estaba luzu durmiendo en otro colchón, suspiró y se dejó caer en colchón, tapándose con las sábanas y quitándose las gafas para después colocarlas con mucho cuidado en su mesilla de noche.

—-Hasta mañana —- murmuró dirigiéndose a Luzu

No hubo respuesta por parte del oji rojo. así que juan cerró los ojos, quedándose dormido.

—-¿Que mierda?—- gritó juan, estaba en la misma habitación blanca que estaba anteriormente, con el mismo espejo, el mismo reflejo extraño, todo igual.

—-No me jodas..—-Juan supuso que estaba soñando.

Juan, cansado de el mismo sueño, se volvió a acercar a su reflejo, pero para su sorpresa, algo había cambiado, sí, su vestimenta era igual, tenía su bata de hechicero pero el el reflejo tenía la ropa de luzu, sí, eso ya lo sabemos, pero algo había cambiado, en el espejo juan estaba cubierto de sangre y sus ojos rojos brillaban con más intensidad.

—-¿Que has hecho, Juan? ¿Que has hecho?

Juan se volteó al instante.

—-¿Auron? ¿Eres tú? —-Preguntó mirando a todos lados, no sabía de dónde provenía esa voz, pero sí había reconocido a quien pertenecía, era Auron.

—-Eres un monstruo Juan, ¿Qué has hecho?

—-¿Auron? No sé.. ¡No sé! ¿Que he hecho?—- preguntó el hechicero al aire subiendo el tono de voz, un poco asustado y confundido por la situación

—-Lo has matado Juan..., ¿Como has podido?

—-¿Qué? Yo no he matado a nadie.. no,... ¡Yo no he matado a nadie!

Juan se agarró del pelo, se tapó los oídos y bajó la cabeza, cada vez más asustado.

—-¡Está muerto! ¡Muerto! Por tu culpa..

—-Es solo un sueño Juan, es solo un sueño... Se dijo a él mismo, apretando sus palmas contra sus oídos, intentando no escuchar aquellos comentarios que le atormentaban desde que empujó al payaso contra la pared.

—-¡Juan, joder! ¿Estás bien?

Juan abrió los ojos, era luzu despertándolo

—-¿Qué? —- contestó juan abriendo los ojos de golpe y recuperando el aliento, su respiración agitada hizo entender a Luzu que algo no estaba bien

—-Gritabas como un puto loco, ¿Estás bien?

—-Oh, sí.. solo ha sido un mal sueño..

—-Pues duermete y deja de gritar, joder.. —- contestó, volviendo a su cama.-

Juan se quedó sentado en su cama, asimilando la pesadilla tan rara que acababa de tener.

Al cabo de un rato, Juan volvió a oir los ronquidos de Luzu, se había vuelto a quedar dormido, juan se recostó en su cama con la intención de volver a dormir, pero cada vez que cerraba sus párpados, esa horrible escena volvía a su mente, Juan, cansado, salió de su cama y fue a su terraza en la que se quedó toda la noche observando la luna sin poder tener ni un minuto de sueño.