¿Qué busca el ser humano?

IDENTIDAD Y GÉNERO

EL PROPÓSITO DEL HOMBRE Y LA MUJER

Antes de comenzar a hablar de cada uno de ellos, es importante mencionar la raíz de ciertas palabras. Para empezar, citamos el versículo de Génesis 1: 27 donde se nos habla de la creación del "varón" y la hembra"; "Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios los creó; varón y hembra los creó." La biblia en su principio fue escrita en paleo hebreo, por lo tanto, esto nos permitirá comprender mejor lo que realmente significa cada palabra y el propósito que hay en ella.

Cuando la palabra de Dios dice que creó al hombre, el hombre significa: la humanidad. Este viene de la raíz Adama que significa Tierra. El varón es Sajar en hebreo y significa literalmente: almacenar en memoria, recordar. La hembra es Nekebá y su función es la de recibir. Por ende, entendemos que tanto el varón y la hembra son un complemento el uno del otro. Para que exista una comunicación hace falta un receptor y un emisor. En este caso, el hombre es el transmisor y la mujer la receptora. ¿Pero el varón es emisor de qué? El hombre es el encargado de transmitir la palabra de Dios a su casa. ¿Y de qué le sirve ser a la mujer la receptora? La mujer es la encargada de recibir esa información para ponerla en práctica en su hogar, puesto que, ella es la encargada de construir su hogar. Sin embargo, también la mujer tiene el poder de destruir su propio hogar. Por eso, es de suma importancia que la mujer sepa interpretar las palabras que escucha del hombre.

Proverbios 14:1 expresa que "la mujer sabia edifica su casa; Mas la necia con sus manos la derriba"-RVR 60. Una persona sabia de acuerdo con la interpretación de la palabra quiere decir que es una persona que obedece los mandamientos del Eterno. Entonces, una persona necia es aquella que no sigue los caminos de la eternidad, (se opone a creer en el Dios Eterno). De este modo, podemos reflexionar que toda mujer que no es direccionada en la palabra ni lleva e instruye a sus hijos u hogar en los caminos del señor, está siendo una mujer necia que llevará a destrucción a su familia. Por otra parte, la sabiduría se relaciona con la prudencia y la imprudencia con la necedad. Como mujeres, en ocasiones hablamos de más y no callamos. Es en ese momento, donde erramos más en el sentido de herir y juzgar a otros; es una tendencia inédita de la mujer. Pero, cuando la mujer aprende a callar, se le considera sabia, inclusive guardando silencio.  

Reflexionando un poco más en la raíz de la palabra hembra descubrimos que Nekebá también significa estómago. Físicamente, sabemos que el estómago se encarga de separar y recibir los nutrientes que permiten que nuestro cuerpo funcione bien. Cuando este recibe alimentos que no son saludables, inmediatamente tiende a rechazarlos, produciendo enfermedades, bacterias, retorcijones, hinchazones, entre otros. Por lo tanto, la mujer es la encargada de discernir la información que recibe del hombre, ya sea marido, padre, o guía espiritual masculina.