Capítulo 25.

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Subí la cuerda con mucho cuidado de no caerme, suelo ser un poco torpe en esta cosas, recuerdo una vez me caí encima de Rocky por querer trepar un árbol.

Al llegar a una habitación, boté la cuerda por la ventana y me voltee. Esta no era la habitación de ________.

Había una cama muy amplia correctamente tendida, varios teléfonos y notebooks al igual que un baño, y una puerta abierta, donde sí te adentrabas estaba el armario.

Era la habitación de los Fosters...
Alcé las cejas.

¿Y si me hago pasar por ellos?
Negué con mi cabeza al instante.
Concéntrate Ross, estás aquí por otra cosa.

Suspiré y salí de la habitación con mucho cuidado de no hacer ruido. Habían un largo pasadizo con varias puertas blancas, y al final del pasadizo habían unos cuadros de NY.

Comencé a caminar con mucho cuidado. Al parecer no había nadie arriba pero si abajo y rogaba por que nadie me escuchará.

Aún no se que le diré a ________, haré hasta lo imposible para hacer que me perdone y tener una familia junto a ella.. claro, si ella quiere.

Me dirigí hasta la última habitación luego de mirar todas, y evidentemente era esa.

Entre y cerré la puerta para luego voltear. Reí bajito.

Encima de la cama habían dos libros uno de "50 sombras de Grey" y el otro de "Bajo la misma estrella". Allí mismo habían 3 potes pequeños de helado de chocolate y vainilla, kisses, un frasco grande que estaba a la mitad de nutella, M&M's de chocolate y una lata de soda

Volví a reir.
Antojos.

Miré habitación, era casi igual a al de sus padres tenía balcón y todo, pero excepto que ella tenía miles de libros en el escritorio. Sonreí, nunca antes me había dicho que le gustaba leer.

Caminé hasta mesita de luz blanca en dónde habían algunos chocolates, una lámpara, un cofre, unas flores falsas y una foto.

Sin pensarlo la tome en mi manos y la observe. Los ojos se me llenaron de lágrimas de la emoción. Era nuestro bebé...

En una ecografía... solo se veía su rostro, por lo que no podía diferenciar si era una nena o un nene.

Sonreí limpiándole la lágrima que había corrido por mi mejilla.

Soy un maldito pendejo...
Nunca debí tratarla asi, hablarle de ese modo o golpearla..
Joder...

Debería a verla acompañado a las ecografías, ver a nuestro bebé con alegría y amor...

Suspiré.
¿Por qué tuve que ser así?
¿Por qué tuve que decirle todo eso?

Tragué saliva.
Ella me quería... y yo le hice eso... soy un idiota.

Estoy seguro que ya no siente nada por mí y sea como sea me encargaré de...

-¿¡Qué haces aquí!?
Gritarón desde atrás haciéndome sobresaltar

Dejé el cuadro en la mesita de luz y voltee con los nervios dentro de mi cuerpo. Era ella.

Se veía más hermosa de lo normal, y tenía una pancita jodidamente preciosa, era pequeña por lo que me causaba aún más ternura.

Estaba vestida con un top y un short algo pequeño, las ondas de su cabello caían suavemente por sus hombros, sonreí.

Tuve la inmensa necesidad de lanzarme a ella y llenarla de besos, pedirle perdón y hacerle el amor...

Pero primero lo primero: Hacer que me perdone.

-¿¡Por qué estas aquí!?
Volvió a gritar poniéndose roja debido al enojo.

Tragué saliva sonorablemente.
Quería decir algo pero me había quedado estático, no sabía que decirle ni que palabras usar, no quería cagarla otra vez...

-¡Lárgate!

Me gritó dirigiéndose hacia a mí.

***
OMG!
No creo que Ross salga vivo de esto
Que creen que pase?

Mi peor error | Ross LynchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora