› the 26th element ⋆ Yoonseok .ᐟ

𝐄𝐩𝐢́𝐥𝐨𝐠𝐨

[Yoonseok . fic vampírico]

[ 𔘓 ]

Después de medianoche, sonó el teléfono de Jimin. Por el tono tan respetuoso con el que hablaba, y la forma en que lo miraba, Hoseok sospechó que estaba hablando con su padre. Él llevaba toda la noche preocupándose por una posible guerra entre vampiros. Sus intentos de ponerse en contacto mentalmente con Yoongi habían fracasado.

—Lo entiendo, señor —dijo Jimin, y le entregó el teléfono a Hoseok—. Tu padre quiere hablar contigo.

Hoseok se lo puso en la oreja.

—¿Sí, papá?

—Hoseokie, se me ha ocurrido que querrías saber lo que está pasando. Tenemos pinchado el teléfono de Vernon, así que le hemos oído hablar con Min.

—¿Y qué ocurre? ¿Van a ir a la guerra?

—Bueno, parece que Min está preparado. Ha dicho que tiene doscientos soldados. Vernon lleva toda la noche al teléfono, ordenándoles a sus seguidores que se presenten. Creemos que tiene cincuenta, como máximo.

Hoseok exhaló un suspiro de alivio.

—Yoongi es muy superior en número.

—Bueno, no exactamente. Verás, Min hizo un trato con Vernon: van a reunirse en el Parque Olímpico y, en vez de hacer una guerra, se supone que ellos dos van a batirse en un duelo a muerte.

A Hoseok le fallaron las rodillas, y cayó sobre la cama.

—¿Qué?

—Sí, se supone que se van a encontrar a solas en Songpa a las dos de la madrugada. Espadas de plata, y solo uno de ellos puede quedar con vida.

Hoseok se quedó sin aire. ¿Yoongi iba a luchar a muerte con Vernon?

—No… no puede ser cierto. Tenemos que pararlo.

—No creo que podamos, Hoseokie. Pero estoy un poco preocupado por tu amigo. Verás, Vernon les ha ordenado a todos sus hombres que aparezcan esta noche y, que sepamos, Min va a acudir a la cita solo. Pero Vernon va a llevarse a todo un ejército.

Hoseok jadeó.

—Oh, Dios mío.

—Cuando escuchamos, nos dimos cuenta de que la gente de Min no sabe que va a haber un duelo, así que no van a poder ayudarle. Es un poco triste. A mí me parece un asesinato.
Hoseok pensó en la conversación: dos de la madrugada, Parque Olímpico, Songpa. Tenía que avisar a los samuráis.