capitulo 3 - Soñar con el...

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Me desperté sudando y con la respiración agitada, miré por la ventana y ya era casi de noche, había vuelto a soñar con él, hacía tiempo que no soñaba con él, otra vez había vuelto aquella pesadilla que me torturó por tanto tiempo. Me limpié las lágrimas que caían por mis mejillas, me levanté y bajé a la cocina a por un vaso de agua, mamá estaba allí haciendo la cena y coco estaba en el sofá viendo sus dibujos.

- ¿Pasa algo cariño?.- preguntó mamá.

- He vuelto a soñar con el.- dije decaída.

- Mi amor.... El siempre estará con nosotras solo que ahora lo podemos sentir aqui.- señalo su corazón, se acercó a mi y me abrazó, me aferre a ella y lloré como hacia tiempo que no lloraba.

- Tranquila cariño, todo estará bien.- mamá sobaba mi cabeza para tranquilizarme. Me separe de ella y fui hasta donde estaba mi hermana.

- Hey coco hay un parque aquí cerca ¿Quieres ir?.- la pequeña asintió emocionada y fue a decírselo a mamá.

Fuimos hasta el parque y jugué con ella en los columpios y el tobogán, coco aveces tenía mucha energía, le encantaba que jugase con ella, le prometí a Aidan que cuidaria de ella, que jamás dejaría que nada la hiciera infeliz así que me centre mucho en mi pequeña hermana, en peotegerla, en hacer que riera siempre, en educarla y enseñarla como Aidan hizo conmigo aún que tan sólo fuera diez minutos mayor que yo, siempre alardeaba de aquello, éramos mellizos casi idénticos. Aidan no siempre fue mi hermano, también fue mi papá, mi héroe, mi mejor amigo, el era mi mitad y siempre lo seguirá siendo.

- Mira Babel.- la pequeña se colgaba por unas barras que habían en forma de arco.

- Ten cuidado coco te puedes caer.- le advertí, Erika seguía balanceandose como un pequeño mono en una rama de su árbol favorito lo cual acabe haciendo yo también, aveces mi hermana me llevaba por mal camino.

Estabamos jugando a la pelota cuando escuche algo o mejor dicho alguien correr hacia nosotras, una bola grisácea se abalanzó sobre mi hermana. shark. Corrí hacia ellos y separe al perro de Erika.

- Hola shark ¿Otra vez escapandote?.- sonreí y le acaricie.

- lo has adivinado.- dijo una voz detrás de mí. La chica misteriosa.

- Este pequeño granuja os ha escuchado y ha salido corriendo para aquí.- explicó. Yo seguía embobada mirándola, ahora que era de día podía ver mejor sus facciones, realmente era hermosa.

- ¿Te ha echo daño encanto?.- le preguntó a coco.

- No, es muy bonito ¿Verdad Babel?.- preguntó mirándome.

- Si cariño, es muy bonito.- le sonreí.

- ¿Así que preciosa se llama Babel?.- preguntó la peli negra a mi lado.

- ¡No! Babel solo la llamó yo, ella se llama Ariel boba.- a coco parecía hacerle gracia porque se reía a carcajada limpia, la chica misteriosa se echó a reír acompañado a mi hermana.

- Oh vaya lo siento Señorita, Ariel es un nombre precioso, para una chica preciosa.- me miró directamente como si estuviera diciéndomelo a mi, me sonroje.
Miré mi teléfono que no dejaba de vibrar en mi bolsillo, era mamá.

- Coco tenemos que irnos mamá nos reclama en casa.- miré a mi hermana que se entristeció.

- Pero yo quería jugar un poco más.- dijo triste.

- Mañana cuando salga de trabajar prometo traerte ¿De acuerdo?.- asintió feliz y agarró mi mano para irnos.

- Adiós chica misteriosa.- le dije.

- Adiós Ariel.- dijo con una sonrisa.

****

El viernes había llegado rápido y yo estaba un poco ansiosa por conocer a la banda que todos o casi todos adoraban, después del trabajo quedé con danielle en la puerta de casa para ir juntas al bar donde irían esta noche.

Quedé con Clairo en la cafetería que había cerca de aqui, estabamos sentadas en la pequeña terraza de la cafetería y una chica de pelo corto y azul eléctrico se nos acercó.

- Hola Clairo.- la abrazó.

- Hey Dafne ¿Cómo éstas?.- le dijo con una sonrisa coqueta. La tal Dafne me miró de arriba abajo.

- Oh Ariel esta es Dafne, es una.... Vieja amiga.- le di una casi visible sonrisa y ella pareció mirarme con ¿Asco?.

- ¿Como te ha ido todo? Hace tiempo que no hablamos.- le dijo alegre.

- Bien.- borde, pensé.

Se quedó un rato hablando con nosotras o más bien con Clairo yo solo observaba y si bien Dafne no tenía que ser tan grosera, Clairo necesitaba aprender a leer a las personas o entender cuando a la gente le importaba lo más mínimo de tu vida y solo piensan en ellos mismos.

- ¿Vais al concierto?.- preguntó.

- De echo sí.- fue la primera vez que hablé.

- Oh bien, esos chicos son unos genios tocando, ah y..... Procura no babear por Billie, ella es mía.- dijo en tono despectivo.

- ¿Vale?.

****

Me fui a casa y me eché a dormir un rato antes de prepararme para el concierto, no paraba de dar vueltas en la cama y unos ojos azules como el mar vinieron a mi mente, la chica misteriosa, la cual no había salido de mi cabeza desde aquella noche, la protagonista de mis sueños más lúcidos, pensándolo mejor quizás podía encontrarla allí, es un concierto después de todo, podría acercarme más a ella pero luego recordé a su "bebé" Y me regañe por no poder sacarla de mi mente. Como no pude dormir decidí levantarme, me di una pequeña ducha y entre a mi vestidor para ver qué podría ponerme, recordé lo que Danielle me había dicho, "negro" Ellos vestían de negro.

Quería verme sexy, atrevida y confiada y sabía justamente lo que ponerme. Me puse un vestido negro ceñido con aperturas en los costados y un buen visible escote el cual más de uno giraría la cabeza para seguir mirando. Lo complementé con un collar plateado, no era un collar cualquiera era el collar de Aidan y unos pendientes finos a juego.

Escuché el timbre de casa y baje las escaleras casi corriendo para abrir, definitivamente debía darle mi número a Danielle.

- Vaya ¡Estas preciosa!.- dijo nada más verme.

- Gracias, tu vas guapísima.- dije.

- ¿Lista para tu noche inolvidable? Finneas no tardara en venir.

- Claro, vamonos.- me despedí de mamá y coco y nos fuimos hasta la enorme verja del vecindario.

Paradise no era un bar de moda en el que esperaba ver actuar a la banda que todo el mundo hablaba, estaba deteriorado y viejo, tenia agujeros de ladrillos que faltaban en algunas paredes, con cables eléctricos expuestos sobre saliendo por todas partes, estaba segura de que no tocaría nada si no quería ir de visita a un hospital, aún así el bar estaba a rebosar de gente, la banda debe ser muy buena si atrajeron a tantas personas a este establecimiento de cuarta. Danielle y yo estábamos en primera fila así podríamos ver mejor a la banda y ella obviamente a Finneas.

- ¡Hey Ariel! No sabía que estarías aquí.- saludó Mark.

- Oh, hey Mark ella es Danielle, una amiga del trabajo. Danielle el es Mark uno de los chicos del vecindario.- los presenté.

- Únete a nosotras si quieres.- le ofreció a lo que Mark asintió eufórico.

Hojeé el lugar en busca de la chica misteriosa pero no obtuve el resultado que yo quería, quizás vendría más tarde, estaba emocionada por conocer a la banda, las luces se apagaron de repente, miré a Danielle y ella apretó mi mano, volví la vista al escenario y fue entonces cuando mi corazón literalmente salto de mi pecho

Corazón erranteWhere stories live. Discover now