Día 19: Tú dolor es mío

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Muchas veces estamos tan centrados en nuestros problemas que no nos damos cuenta que el otro también necesita un descanso, también necesita sentarse y curarse las heridas, que vivimos en un mundo de caretas felices, pero cuando te centras en ver lo que hay detrás de esa fachada, te das cuenta que todos tenemos grietas y cargamos pesadas mochilas a la espalda.

Cuando quieres a alguien de verdad, comienzas a darte cuenta de lo equivocado que has estado todo el tiempo, comienzas a darte cuenta que las pautas que dicta la sociedad no necesariamente son las reales, más bien son parte de un fantasía que existe tan solo, para evitar que tambalees ante la verdad.

Y es que, cuando tú propio dolor queda de lado, y el que creías ageno se vuelve tan tuyo, llegas a probar la realidad de tal manera, que comienzan a dolerte hasta las costillas, así como si estuvieran rotas.

Eso sentí yo en aquel momento cariño mío, mis costillas dolían tanto que me gustaba respirar, dolía mucho cuando comenzaste a hablar, cuando pude ver quién eras en realidad, y tú eras... muy diferente a lo que yo pensaba.

Un Cuento De Amor Para Los Corazones RotosWhere stories live. Discover now