La cafetería Midoriya's es una de las más visitadas en Miami ya que es muy reconocida por sus cafés que son una simple maravilla, siempre está repleta de gente. Una mañana al inicio de vacaciones de otoño para todos los estudiantes, la señora Midori...
Sábado 9 a.m, 10 de octubre Miami. Casa Midoriya...
Era una mañana normal como cualquier o otra para un joven omega adolescente, no había mejor día que el primer día de vacaciones de otoño después de haberse estresado por más de medio año en su preparatoria, el día anterior había quedado de que iba a ir con su madre a atender el negocio familiar, una cafetería que era una de las más reconocidas en Miami por su gran variedad de comida y café, ese sería el primer día de trabajo para Izuku, ya si le gustaba después de las vacaciones podría seguir trabajando ahí a fin de cuentas, tenía a unos amigos que trabajaban en esa misma cafetería y eran de su misma preparatoria por lo que se llevaba bien con estos, a excepción de que estos eran un año mayor que el.
Regresando a la realidad, un Izuku adormilado iba despertándose, se levantó sin ganas de hacer nada, volteó a ver su teléfono y vio que eran las 9 de la mañana y había quedado con su madre de estar a las 10 para irla a ayudar a abrir el negocio, al ver esta hora sus pupilas se dilataron y hizo un pequeño "gasp" por así decirlo, se puso sus pantuflas de conejito y salió corriendo hacia su closet, tomó el uniforme de la cafetería el cual su madre un día antes le había dejado preparado, era una camisa blanca de mangas largas, un jumper de color café vintage y unos pantalones blancos.
Corrió hasta la puerta de su baño y la abrió, rápidamente prendió la ducha, dejó su ropa encima del inodoro, tomó su toalla y le echo encima de la regadera, dejando que esta colgara de la parte de arriba, en cuanto sintió que la ducha estaba caliente se metió y comenzó a ducharse. Ya estando una vez limpio tomó su toalla y salió de su ducha no sin antes cerrarle al agua, comenzó por secarse el pelo haciendo un revoltijo con estos, cuando acabó con este procedió a secar su cuerpo empezando desde su pecho hasta sus talones. Una vez estando ya seco se puso toda su ropa, de piso frente al espejo y tomó su cepillo para el cabello, cepillo todo su cabello hasta quedar "peinado" entre comillas ya que el Omega peliverde siempre parecía un arbusto con su cabello, dejo su toalla en la regadera y salió corriendo hacia su habitación no sin antes tomar su reloj Apple Watch y su teléfono, cerró de portazo la puerta de su habitación, ya iba escaleras abajo cuando recordó algo.
—¡Ah! ¡Mis zapatos y calcetas!—. Grito el despistado Omega, volvió a entrar a su cuarto y tomó las primeras calcetas que vio las cuales eran blancas, las convino con sus converse negros y esta vez volvió a salir corriendo, cerró la puerta de su habitación.
Bajo corriendo por las escaleras deslizándose por el barandal de estas, en cuanto llegó al final de estas aterrizó de un salto, de dirigió a la cocina y vio a su madre ya preparándole el desayuno.
—¡Buenos días cariño!—. Saludo carismáticamente su madre, esta se encontraba haciendo el desayuno en la estufa, por como olía supuso que serían unos ricos waffles de esos que tanto amaba Izuku.
—¡Buenos días mamá!—. Devolvió el saludo, pronto vio como su madre se posaba a un lado de él, le daba un beso en la mejilla y dejaba su plato con waffles enfrente de él.
—Hice tu desayuno favorito cariño, ¡Para que empieces con todo este día!
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