Del mismo club / Gavi

15. Ofertón

Valeria

- Valeria, tenemos que hablar - dijo Pablo.

Saqué las palomitas del microondas y le miré esperando a que hablara.

- Tú dirás - hablé rompiendo el hielo.

- ¿Te acuerdas del otro día? ¿Cuando tuvimos la comida del mundial? - asentí - pues te quería decir algo sobre eso.

- ¿Hay algún problema? - negó con la cabeza - ¿entonces que pasa?

- Nos dijeron que cada jugador puede llevar a una persona que vendría en nuestro avión y hotel - le miré sin entender nada - mis padres, mi hermana y amigos irán por su cuenta, y he estado pensando...

Seguía sin entender que quería decir.

- He pensado en que podrías venir. Es un ofertón eh.

- Lo sería si no fueras tú el que lo ofrece - contesté.

- Se que en el fondo te caigo bien, Val. No te hagas la dura - intentó picarme.

- En el hipotético caso de que aceptara... - hablé después de unos segundos - ¿Qué me das a cambio?

- Pero si ya te sale gratis el viaje.

- Faltaría más. Pero quiero algo - le miré desafiante.

- ¿Qué quieres? - suspiró.

- Déjame pensarlo.

Dicho eso, salí de la cocina con las palomitas.

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- ¿Entonces que? ¿Vas a aceptar? - preguntó Dani ilusionada.

Pasaron dos días desde que Pablo me dio la oportunidad de ir al mundial.

Desde entonces, no he hablado con ninguno de los chicos.

Pablo me escribió varias veces preguntando por mi respuesta a su oferta.

Ese chico nunca me cayó bien, y aunque el resto de chicos sí, no estaba segura de que merecía la pena.

- No lo sé - respondí - tendré entrenos, no me los puedo saltar.

- Venga ya Valebu, te está dando la oportunidad de ir a Qatar, al mundial - dijo Marcos.

- Voy a ir - acepté y sonreí inconscientemente.

- ¡Eso es Valery! - gritó Dani.

Pablo Gavi

Habían pasado dos días y Val no me había dicho nada, y tampoco me escribió. Pero a diferencia de mí, yo si lo hice.

Durante esos dos días escribí a Val, preguntando si finalmente había tomado la decisión.

No entendía porque insistía tanto con que Val viniera al mundial. Según yo, solo sería un lío de una noche. Creo que es la única chica que se resistió a mis encantos, pero sería por poco tiempo.

Esa chica tenía algo, una especie de imán o algo parecido. Quizás el rechazarme tantas veces hacía que tuviera más ganas de que llegara el momento.

Pensaba en que podía hacer para convencer a Val de venir al mundial, estaba por rendirme, así que decidí llamarla e improvisar.

Sonaron unos cuantos todos, y cuando pensé que no lo iba a contestar, lo hizo.

- ¿Qué quieres? - preguntó con la voz agitada.

- ¿Que haces? - pregunté sin pensarlo.

- Estaba entrenado, pero un imbécil me ha interrumpido.

- Oye que no se me ocurre nada - solté sin más.

- ¿ Y a mí qué?

- ¿No te vale con que el viaje te salga gratis? Si quieres te pago un día en un spa, pero tienes que venir - dije desesperado.

- Para tu información, con el viaje ya me servía, era solo para molestarte - escuché como se reía.

- ¿Entonces vienes? - pregunté con esperanza.

- ¿Tú qué crees?

- Pues que sí, ¿no? - hablé confuso.

- Pero tendrás que hablar con David.

- ¿Con quién?

- Mi entrenador. Irme implica no entrenar, y eso se lo dirás tú.

- No te preocupes por eso, durante el mundial no se harán entrenos, tú tampoco tendrás.

- Bueno, pues ya me pasarás la información y eso, me voy a seguir entrenado. Adiós Pablo.

Colgó y yo sonreí feliz.

- Va a venir - dije volviendo al comedor, donde estaban todos.

Me tiré al sofá boca arriba.

- Va a venir - repetí.

- Ya te hemos escuchado - habló Pedri.

- ¡Que va a venir! - grité emocionado.

- ¿Desde cuándo Pablo Gavi se pone feliz por una chica? - dijo Balde sonriendo pícaro.

- Cállate - le pegué un colleja.

Aunque razón no le faltaba, no solía preocuparme ni ponerme feliz por este tipo de cosas, y no sé porque insistí tanto en que Val viniera.

Era un sentimiento extraño, apenas la conocía, pero cada vez tenía más ganas de hablar con ella, de hacerla rabiar, de reírme con ella.

Joder, ni siquiera sé cuándo es su cumpleaños, pensé.

No sabía absolutamente nada de ella, ni sus gustos ni personalidad. Solo su faceta dura por así decirlo, no había manera de que mostrara una faceta más delicada.

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19 noviembre de 2022

- Oye Morata, voy un momento al baño. Si ves a una chica con ojos marrones y morena, mándame un mensaje - avisé.

- ¿Es esa Val de la que tanto hablan esos? - preguntó señalando con la cabeza a Ansu, Balde y Pedri.

Decidí ignorar su pregunta. Dejé las maletas donde Morata y me dirigí al lavabo.

Salí del aseo y a medida que me iba acercando a donde estaba la selección, escuché unos resoplidos familiares.

- Me hace madrugar más de lo ya que hago normalmente, y encima cuando llego no está - escuché a Val quejarse, mientras Morata que estaba delante de ella solo asentía.

Me fui acercando poco a poco, y cuando estaba lo suficientemente cerca, le di un leve empujón por la espalda mientras emití un simple "bu".

Ella no se asustó, se quedó quieta unos segundos y luego dio media vuelta lentamente.

Cuando quedamos completamente cata a cara, Val me miró con una cara que no sabía descifrar muy bien. Lo único que estaba claro es que en cualquier momento me iba a matar.

Miré a Morata, quién estaba detrás de Val, en señal de ayuda. Pero él lo único que hizo fue dar la media vuelta e irse con el resto.

- Eres un irresponsable - dijo cortando el silencio.

- Lo siento por querer ir al baño, como cualquier ser humano - contesté irónico.

- Chicos, nos vamos - gritó Luis Enrique.

Pasamos por los controles de seguridad y nos acercamos a la puerta de embarque.

Unos más alegres que otros, supongo que estar en el aeropuerto a las 5 de la mañana no ayuda mucho.

Finalmente, nos subimos al avión con destino Qatar.

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Holaa, empieza el verano, acaban las clases por lo que me gustaría estar muchísimo más activa. Lo intentaré, lo prometo.

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