EL GENERAL DRAGON TODO PODEROSO Part. 1°

Capítulo 123

Antes de que el hombre del chaleco negro pudiera reaccionar, sintió un dolor punzante en la muñeca.

El dolor era tan insoportable que dejó caer la pistola.

James rodó debajo de la mesa y al instante apareció ante el hombre del chaleco negro.

Le dio una patada y lo envió volando.

Luego, recogió la pistola del suelo.

Todo esto sucedió en una fracción de segundo.

Antes de que Jake pudiera reaccionar, su hombre salió volando y le presionaron una pistola en la cabeza.

Al escuchar la conmoción, los mercenarios regresaron y apuntaron sus armas de fuego a James.

Incluso con un arma de fuego presionada contra su cabeza, Jake no entró en pánico en lo más mínimo.

Sereno, preguntó con calma: "¿Sabes dónde estás actualmente? ¿En serio crees que puedes salir vivo de aquí después de matarme?"

"Diez dólares. ¿Trato?"

James presionó la pistola contra la cabeza de Jake con una sonrisa traviesa en su rostro.

"Es mejor que hagas que tus hombres se vayan. De lo contrario, un solo movimiento de mi dedo y tus sesos volarán".

En ese momento, el hombre del chaleco negro que fue enviado a volar antes se levantó.

"¡BASTARDO! ¡¿CÓMO TE ATREVES?!" grito.

Jake saludó ligeramente.

Al ver esto, el hombre del chaleco negro se calmó.

Sin inmutarse, Jake se sentó en el sofá, luciendo sereno.

Preguntó: "¿Quién eres exactamente?"

"Henry, dile quién soy".

Henry se sentó.

Scarlett estaba muerta de miedo.

Sin embargo, al ver a Henry sentarse, ella hizo lo mismo.

Henry se rió.

"Jake, desaconsejaría eso. Es posible que te asustes una vez que descubras quién es".

"¿Es eso así?"

Jake sonrió con desdén.

"Cuéntame sobre eso. He estado conociendo a algunas personas poderosas. Tengo curiosidad por saber qué tan poderoso debe ser un hombre para que me asuste".

Henry pronunció palabra por palabra: "El hombre que tienes ante ti es el Dragón Negro, el comandante en jefe del ejército del Dragón Negro de un millón de personas de las Llanuras del Sur y uno de los Cinco Comandantes de Sol".

Al escuchar esto, la docena o más de mercenarios totalmente armados se estremecieron.

Rápidamente se retiraron hacia atrás y soltaron sus armas de fuego.

Se derrumbaron en el suelo, temblando.

¿Cómo podrían no haber oído hablar del Dragón Negro? Era el Ares de renombre mundial.

Jake también estaba temblando.

Su rostro sereno ahora estaba cubierto de sudor.

James arrojó el arma que tenía en la mano al hombre del chaleco negro y se sentó junto a Henry.

Encendió otro cigarrillo.

En cuanto a los mercenarios arrodillados detrás de él, no podrían preocuparse menos por ellos.

Jake se secó el sudor de la frente.

No dudaba de la identidad de James.

Desde el momento en que vio lo sereno que había estado James con un arma de fuego presionada contra su cabeza, supo que no era un hombre común.

Además, James también había logrado someter a su hombre en un instante.

Jake estaba completamente convencido de la identidad de James.

"P-Pensar que tengo el honor de darle la bienvenida al Dragón Negro..." habló Jake.

Sin embargo, había perdido la compostura y estaba temblando por todas partes.

Si no hubiera estado sentado en el sofá, ahora estaría tendido en el suelo, paralizado.

"¿Deberíamos continuar con nuestro trato ahora?"

"P-Pero por supuesto."

Jake instruyó de inmediato: "¡Ve, rápido! Trae toda la información sobre el incendio en la residencia de los Caldén hace diez años".

"Si jefe."

El hombre del chaleco asintió y se dio la vuelta para irse.

Apenas dio unos pocos pasos antes de caerse.

Trató de levantarse, pero sus piernas se sentían como gelatina y se derrumbó en el suelo.

Cayó y se tambaleó hacia la base de datos para recuperar información, sobre el incendio de la residencia de los Caden hace diez años.

Ahora que la marea había cambiado, Scarlett se sintió aliviada.

Como se esperaba del Dragón Negro, estuvo sereno durante toda la prueba.

Como era de esperar del Dragón Negro, se las había arreglado para someter al hombre de Jake con una sola colilla de cigarrillo.

Ella estaba asombrada por la fuerza de James.

Por fin, había sido testigo de las verdaderas habilidades del hombre más poderoso del mundo.

James se quedó en silencio.

Sin embargo, frente a él, Jake estaba inquieto. La atmósfera se sentía extraña y anormal.

Después de unos cinco minutos, Jake ya no pudo contenerse.

Fue porque James exudaba un aura demasiado poderosa para que él la soportara.

Su cuerpo se encogió lentamente del sofá.

Pronto, estaba arrodillado en el suelo, suplicando: "G-General, por favor perdone mi vida".

James lo miró y dijo con indiferencia: "¿Qué estás haciendo? Levántate y habla. Reza para que la información que me proporciones me sea útil. De lo contrario, el hombre llamado Jake Graham ya no existirá".

Jake sintió un escalofrío en la espalda. Tembló y se desplomó en el suelo.

Luego, se levantó y se arrodilló, todo mientras se inclinaba.

"¡General, ten piedad de mí!"

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