III

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Martes, 9 de Marzo.

Querido diario,

Hoy cuando llegué al salón encontré a ese chico pelirrojo y a uno pelinegro abrazados en mi pupitre. No me molestó, es más, ¡Se veían muy lindos!
Pero cómo la clase ya iba a comenzar, tuve que pedirles que se movieran. Me rompió el corazón porque el chico pelinegro se veía muy mal, parecía que no hubiera dormido en toda la noche y actuaba como si estuviera mareado o algo así. También noté que olía como mi papá cuando se queda despierto toda la noche. Es un olor raro, cómo alcohol o algo así. Me pregunto si se habrá lastimado o algo así, porque no entiendo porque otra razón podría oler a enfermería.

En fin, el señor Garrison entró al salón y nos dijo que empezaríamos a leer un libro como una campaña para incrementar las visitas a la biblioteca y que cada mes tendríamos que presentar un informe acerca de la lectura que habíamos hecho. Yo estaba muy emocionada, porque por fin tenía un pretexto para no quedarme en mi casa. Digo, no es que no me guste mi nueva casa, pero el ambiente... Todo se siente muy pesado y es como si mamá y papá estuvieran enojados conmigo :''(

Algunos de mis compañeros se quejaron, pero el señor Garrison respondió "¿Ustedes creen que a mí me interesa lo que sea que lean? No hay nada peor que leer sus ensayos repletos de errores de ortografía y redacción, así que no se quejen o tendrán tarea extra de historia durante dos meses." Y así, todos cambiaron de opinión jajaja.

Fue divertido ver cómo todos encontraban aburrido leer libros de la biblioteca, teniendo en cuenta que la mayoría son clásicos. La chica pelinegra de ayer (la que me defendió) preguntó al señor Garrison si era obligatorio cumplir con ese "compromiso académico" porque habían personas que tenían otras cosas que hacer (el club de béisbol, el de fútbol, básquetbol, debate, filosofía, arte, música...) y no tendrían el tiempo suficiente para hacer una lectura y realizar un ensayo con unas bases sólidas, y él respondió que respondería su duda al final del día, ya que iba a tener que preguntarle al director.

Luego, nos dijo que sacáramos nuestros libros y fuésemos a la página 187 y copiáramos eso en nuestros cuadernos. Oí decir a la chica pelinegra (se llama Wendy, por cierto) que era una pérdida de dinero y material innecesario el comprar libros para transcribirlos. Creo que ella tiene razón, pero por alguna razón aún tenemos que escribir lo que los libros digan porque si no, nadie se va a tomar la molestia de leer los libros, ¿no crees?

El chico rubio me habló y como casi no le entendí, se quitó la capucha para hablarme y ¡¡ERA MUY LINDO!! (⁠≧⁠▽⁠≦⁠).

Hablamos un poco, me dijo que se llama Kenny, que me había visto en el restaurante el sábado pasado y que le gustaban mis brazaletes. También dijo que le gustaba mi corte de cabello y que era muy linda (⁠◕⁠ᴗ⁠◕⁠✿⁠).

Me preguntó si me molestaba prestarle mi libro (cuando hubiera terminado de escribir) para que él pudiera utilizarlo, le dije que no, que ya había acabado y cuando se lo fui a dar ¡¡Se cayó!! 。⁠:゚⁠(⁠;⁠´⁠∩⁠'⁠;⁠)゚⁠:⁠。

Cuando lo fuimos a levantar, Kenny me tocó la mano y la cara se me puso rojaaaa.

¡Que pena!

Aunque Kenny me dijo que me veía aún más bonita así, eso no deja de ser vergonzoso...

Kenny, Kenny, Kenny...

Dios mío, ¿Qué me pasa?

¡¡AGHHH, ME VOY A DORMIR!!

Con cariño, Marjorine.

PDTA: No puedo sacarme a Kenny de la cabeza..

El diario de Marjorine Where stories live. Discover now