𝐌𝐲 𝐒𝐮𝐛𝐦𝐢𝐬𝐬𝐢𝐯𝐞...

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//T/N//

Desperté por mi horrible alarma, la cual me señala que ya me levanté para ir al infierno en el que debo de estar todos los días. Si, el trabajo.

Me levanto y arreglo rápido para bajar a desayunar algo. Al entrar a la cocina me encuentro con la señora Won, la cual ya hacía dejando mi plato enfrente de mi.

—Buenos días Sra. Won.—

—Buenos días mi niña, ¿Cómo dormiste?—

—No también, pero no me quejo.—

—¿Y el trabajo?—

—Pues, que puedo decir...es un martirio.—Como un poco de lo que está en mi plato.

—Debería tener unas vacaciones mi niña, tal vez eso la ayude a despejar su mente.—

—Tal vez es lo que necesito, pero ahora con mi hermano aquí. Creo eso será imposible.—

—¿Su hermano está aquí?—Asiento mientras mastico mi comida—¿Cuándo llegó?—

—Digamos que hace unas semanas al parecer, pero yo no supe eso hasta unos días después.—

—Valla, con razón está así. Pobre de ti mi niña.—Acaricia mi mejilla con dulzura algo que me hizo sonreír de una forma dulce.

—No se preocupe, sabe que tarde o temprano lograre conseguir esas vacaciones, pero primero debo acabar con un viejo asunto.—

—Creo saber cuál.—

La Sra. Won sabe todo de mi, todo, como me escape, por qué lo hice y principalmente con que intenciones lo hice.

—¿Y la casa? ¿Cómo está?—

Ella sabe a que me refiero así que no hay problema de decir más.

—Esta limpia e impecable mi niña, al parecer sus amigas preguntan mucho por usted, siempre dicen que te dejan muchos mensajes y no contestas.—

Hago una mueca de lado, el teléfono que utilizo cuando estoy allá, es muy diferente al que tengo cuando estoy aquí o trabajando.

—Espero que no estén como locas buscándome.—

—Pues, eso mismo hacen. Piensan que ya las olvidaste.—Rio levemente para levantarme de dónde estaba y ponerme mi saco de nuevo.

—Si hoy las ves de nuevo, diles que no se preocupen de nada. Las llamaré cuando pueda.—Sonrió de lado—Ya me voy oh llegaré tarde.—

—Por supuesto mi niña.—Ve que agarro mi maletín—Antes de que se valla, el joven Cha me dijo que le diera esto.—Camina detrás de mi con algo en sus manos.

Antes de abrir la puerta giro para verla junto a un sobre de papel, yo lo agarro sin pensarlo.

—Gracias, bueno ahora sí me voy.—

—Claro, tenga cuidado.—

—Lo tendré, gracias.—

Le sonrió por última vez para salir de mi casa y dirigirme a la empresa Lee, en dónde me esperaba una tortura inmensa junto a mi ex-prometido.
Tardo unos minutos en llegar, pero al menos logre hacerlo. Salgo de mi carro cuando está completamente estacionado y me dirijo al gran edificio en dónde trabajo.

Al entrar, me fijo que hay una cabellera nueva hablando con Yeonwoo, iba a pasar de largo, pero mi amiga me llama para de seguro presentarme a alguien nuevo de la empresa que no conocía hasta ahora.