Enamórate solo de él

✝️Capitulo 11

[2 de marzo del 2019]

Siento algo extraño en mi corazón, como si algo va pasar hoy, pero no se si es bueno o malo.

Trato de ignorar ese presentimiento y bajo las escaleras de mi casa para dirigirme a la cocina. Encuentro a Claudia qué está preparando el almuerzo, si el almuerzo porque ya son caí la una de la tarde ayer como fui a una fiesta llegue esta mañana y lo que hice fue dormir.

–Hola Claudia –la saludo y me siento en una de las sillas de la mesa americana –Clau me podrías dar una pastilla para el dolor de cabeza porfa tengo una resaca horrible.

–Hola cielo –se acerca a donde estoy y me da un beso en la frente y luego se voltea a buscarme la pastilla –eso te pasa por estar de fiesta en fiesta y llegar super tarde.

–Si ya se, pero que puedo hacer me encanta estar de fiesta además estábamos celebrando qué el equipo gano ayer y obviamente yo no iba a faltar.

–Bueno, puedo solo te digo procurar beber moderadamente ya sabes que no me gusta que salgas mucho.

Yo solo asiento con la cabeza y comienzo a comer.

Claudia es como mi madre cuando necesito un consejo ella está hay para mi si me siento mal siempre me ayuda después de que mi abuela murió le hachare más cariño y amor a ella. A veces pienso en decirle que se venga vivir conmigo ya que tiene solo una hija y la ve esa a veces, no tiene esposo vive prácticamente sola, pero ella se niega.

***

Después de haber comido subo a mi habitación para arreglarme y salir con Claudia a invitarla un helado, me visto con unos gen negros, una camiseta negra y mis tenis blancos, me coloco una cadena de oro y mi arete igual de oro.

Después de estar listo bajo las escaleras y encuentro a Claudia en el living esperándome.

–¿Lista? –pregunto.

–Si vamos.

Salimos de la casa y me dirijo a mi Ferrari.

–No pensaras que me subiré en esa cosa cierto –pregunta Claudia parada en medio del camino.

–Pues si vamos no tengas miedo dale.

–No Logan yo no me pienso montar en esa cosa, sabes lo peligroso que es.

–Dale ¿no confías en mi? –coloco mi mano en el lado de mi corazón como si me doliera –me ofendes Clau.

–Si confío en ti, pero no montado en eso.

–Bueno no insisto vamos en la camioneta –veo que Claudia se relaja así que nos subimos en la camioneta y nos dirigimos hacia la heladería.

Después de quince minutos llegamos a la heladería, nos bajamos y entramos a la heladería vamos a la barra para pedir los helados.