Capitulo 03: O tal vez

16 5 2
                                    

Anteriormente

-¡Tu cállate! -grite-a la próxima dejo que te golpeen por idiota-camine hacia la escalera para subir a mi habitación- y si me disculpan... quiero estar sola

Subí a mi habitación y cerré la puerta, que habrá pensado Harry y los demás... creerán que soy así...

A continuación

El final del verano ha llegado. Estaba muy feliz de volver a Hogwarts, papa se había ido de viaje después de su discusión con el señor Weasley así que estábamos mama, Draco y yo en la sala tomábamos chocolate caliente y nos contaba como era cuando ella estudiaba en Hogwarts junto a sus hermanas

-¿Y las tres se llevaba bien? -dije tomando un poco de chocolate

-Si, había una que otra pelea por la diferencia de edad.... Pero, si nos necesitábamos estábamos ahí- dijo en tono triste

Draco se levanto y abrazo a mama, ella le correspondió el abrazo con una gran sonrisa

-Cambiando de tema... Draco... debes mejorar tus notas, tu padre esta muy molesto-dijo mama peinando el rubio cabello de mi hermano- Blair, deja de meterte en problemas...

-Si mama-dijimos al unisonó

-Deben ir a la cama-dijo agarrando nuestras manos y dirigiendo a nuestras habitaciones

Las primeras habitaciones del pasillo son la de draco y la mía, él está de lado derecho y yo en el izquierdo, entre a mi habitación y busqué mi pijama. Oía como mama le daba el beso de las buenas noches a draco, cerro la puerta y entro a mi habitación, yo ya estaba en mi cama arropada de pie a cabeza, se acercó y se acostó en la cama quitándome un poco de cobija

-Voy a extrañar a mi compañera de compras favorita-dijo pasando la mano por mi cabello-

-Yo también te voy a extrañar-Dije abrazándola

Ella seguía acariciando mi cabello y se me fueron cerrando los ojos lentamente. A la mañana siguiente, me levante y arrégleme mi ropa y termine de guardar todo en los baúles, baje a desayunar como papa no estaba, desayunamos los tres con mucha alegría. Llegamos a Kings Cross a las diez y media, agarramos los carritos para cargar los baúles y caminamos hasta el anden nueve y tres cuartos, Lo que había que hacer era atravesar caminando la gruesa barrera que separaba el andén nueve del diez. No era doloroso, pero había que hacerlo con cuidado para que ningún muggle notara la desaparición

-Bueno chicos se portan bien-dijo mama arreglando mi cabello y el de draco- los extrañare muchísimo

Después de abrazarnos y darnos muchos besos de despedida, subimos al expreso, me despedí de draco que se fue con Crabbe y Goyle (o como yo les llamo; tonto número uno y tonto numero dos) caminé por el pasillo buscando a mi castaña amiga, abrió un compartimiento y ahí estaba parecía estar ansiosa

-¡Blair! -chillo- ¿has visto a Harry o a ron?

- No, pensé que estarían aquí ya-dije sentándome a su lado

- Deben llegar en un rato -Dijo mas tranquila- cuéntame todo ¿Cómo fue tu verano? ¿Qué hiciste? ¿Cómo reaccionaron tus padres al saber que eres una Gryffindor? ¿hiciste los deberes?

- Calma -solté una carcajada por sus preguntas- Mjum... por donde empiezo

Le conté todo a Hermione, ella me escuchaba atentamente, el tren partió de la estación y no vimos a Harry ni a ron por ningún lado, Hermione me contaba todo lo que había hecho en el verano. Al llegar al castillo no vimos a los chicos por ningún lado, tampoco estaban en la cena, Fred, George, Sebastián y lee estaba juntos, Percy estaba al otro extremo de la mesa. Iban entrado al comedor los alumnos de primer curso Ginny estaba entre ellos

Narra Harry

No pudimos atravesar la barrera de la estación, así que ron propuso ir en auto para alcanzar al expreso de Hogwarts y aquí estábamos mirábamos por una de la ventana del castillo, Mientras tanto, la profesora McGonagall, una bruja con gafas y con el pelo recogido en un apretado moño, ponía el famoso Sombrero Seleccionador de Hogwarts sobre un taburete, delante de los recién llegados. Cada año, este sombrero, remendado, raído y sucio, distribuía a los nuevos estudiantes en cada una de las cuatro casas de Hogwarts: Gryffindor, Hufflepuff, Ravenclaw y Slytherin.

Me acordaba bien de cuando me lo habían puesto, un año antes, y había esperado muy quieto la decisión que el sombrero pronunció en voz alta en mi oído. Durante unos escasos y horribles segundos, había temido que mi destino terminara en Slytherin, la casa que había dado más magos y brujas tenebrosos que ninguna otra, pero fue seleccionado a Gryffindor, con Ron, Hermione, Blair el resto de los Weasley.

Desvié mi mirada hacia el profesor Dumbledore, el director, que se hallaba contemplando la Selección desde la mesa de los profesores, con su larga barba plateada y sus gafas de media luna brillando a la luz de las velas. Varios asientos más allá, vi a Gilderoy Lockhart, vestido con una túnica color aguamarina. Y al final estaba Hagrid, grande y peludo, apurando su copa.

-Espera... -dije en voz baja- Hay una silla vacía en la mesa de los profesores. ¿Dónde está Snape?

Severus Snape era el profesor que menos me gustaba. Y resultó que yo era el alumno que menos le gustaba a Snape, que daba clase de Pociones y era cruel, sarcástico y sentía aversión por todos los alumnos que no fueran de Slytherin, la casa a la que pertenecía.

-¡A lo mejor está enfermo! -dijo Ron, esperanzado.

-¡Quizá se haya ido -dijo Harry-, porque tampoco esta vez ha conseguido el puesto de profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras!

-O quizá lo han echado -dijo Ron con entusiasmo- Como todo el mundo lo odia...

-O tal vez -dijo una voz fría detrás de nosotros- quiera averiguar por qué no habían llegado ustedes dos en el tren escolar.

Me di media vuelta. Allí estaba Severus Snape, con su túnica negra ondeando a la fría brisa. Era un hombre delgado de piel cetrina, nariz ganchuda y pelo negro y grasiento que le llegaba hasta los hombros, y en aquel momento sonreía de tal modo que Ron y yo comprendimos inmediatamente que nos habíamos metido en un buen lío.

-Síganme-dijo Snape.






Sigo?
Espero que está historia pueda recibir mucho apoyo

Amor Prohibido | Harry PotterWhere stories live. Discover now