Capítulo 12 - Soporte.

73 16 0
                                    

Mis crisis de pánico solían nublar mi mente y mi percepción de la realidad: Tomaban posesión de mí sin que yo lo hubiera notado y se tragaban al mundo y personas a mi alrededor de maneras que, aunque yo no planeaba ni podía medir, me hacían sentir culpable.

Me metí en varios líos en preparatoria por las decisiones que tomé estando asustado, pero de algún lado mi cuerpo sacaba una especie de magia para hacerle frente a los embrollos en donde me metí, y creí que era el ritmo natural de mi vida seguir ese ciclo una y otra vez.

En tercer año cuando mi sed de crecer y crecer era grande porque sabía que se acercaba el final y con eso los raros tiempos de cambio, me excedí un poco con mi entrenamiento y nuestro capitán no lo dejó pasar.

Parado junto al banquillo bebiendo agua como cualquier otro día, bajó su botella y dijo: "Te he estado observando".

Eran palabras que usualmente en el equipo tomaríamos como la más peligrosa advertencia de su parte, pero yo estaba viviendo mis entrenamientos para el campeonato nacional tan ensimismado que por inercia solo asentí dejando mi botella de agua en el banquillo para regresar a la cancha, siendo interrumpido por un nuevo llamado suyo.

"—Hinata, ¿crees que las personas que se lastiman pierden sus oportunidades de llegar a la meta?".

La pregunta desentonó tanto con el momento que me volteé a verlo, tenía su cara de "Te estoy hablando en serio", así que me esforcé en una respuesta.

Después de pensar en mis propias experiencias, y en mi desliz en mi primer campeonato nacional contesté: "No".

"—Sí, así es. Incluso los que se lastiman pueden cumplir sus metas tanto como los que se cuidan". Ante mi breve cara de desentendido agregó: "—Trata de reflexionar cuál es el modo más apropiado".

Me puso los pies en la tierra.

***

Fui realmente en serio desde que elegí el volleyball. Como un nerd.

Es usualmente aceptable si te desenvuelves entre las personas que también les gusta, como en el club de volleyball, por ejemplo. Pero en mi club de preparatoria estaba este impresionante tipo taladrando nuestro oído por ser unos locos del deporte.

No lo podía juzgar porque mirando hacia el pasado en realidad hubo días donde sí me pasé de la raya entrenando, además de que eran palabras que provenían de alguien que lo hacía todo tan bien que, sin que yo quisiera admitirlo, se convirtió en otro de mis referentes.

Fue así como se consolidó mi relación deportiva con otro de mis más importantes rivales, Tsukishima-senshuu.

A finales de nuestro primer año, mientras yo aprendía a bajarle un par de rayas de exceso a mi entrenamiento, lo vi a él aumentar su rendimiento porque la pasión por el volleyball finalmente lo consumió.

En esa medida, alcanzando nuevos niveles nos volvimos extrañamente más cercanos. Todo comenzaba conmigo parado junto a él bebiendo agua, platicando unilateralmente sobre cualquier cosa, y lentamente, teníamos las charlas más importantes sobre nuestro club y nuestro futuro.

En realidad, creo que es un vínculo que hasta el día de hoy ninguno de los dos va a admitir,  y si alguien me cita este párrafo diré que está inventando, pero... en la faena de un partido, cuando estábamos en apuros, siempre sabía que podía confiar que él iba a estar ahí para mí.

Actualmente, cuando veo sus partidos, sus saques híbridos y sus bloqueos, mi mente siempre dice "Qué suerte contar con Tsukishima en tu equipo", como cuando lo veía formulando estrategias en nuestros días de mayor juventud.

Yo sigo persiguiendo ser un jugador tan completo como él.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Jun 22, 2023 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

FROM SHOYO 「翔陽から」Where stories live. Discover now