DIECISIETE

1.7K 157 53
                                    

— Bueno, y si pedimos pizza? — preguntó Tae sonriendo dejando a sus compañeros atónitos tras su cambio repentino.

La casa acababa de ser tiroteada y unos hombres armados entraron para llevarse a su padrastro¿Cómo Tae podía cambiar tan rápido sus emociones y simplemente sugerir comer pizza?

— Hey Tae! Hey! Deja de oprimir tus emociones, te estás haciendo daño — reprochó Beomgyu agarrando el brazo de Tae quién estaba por marcar a la pizzería.

— Oprimir mis emociones? De que hablas? Simplemente ya no siento nada, solo fue un pequeño susto no hay porque tomarle importancia.

No todo el tiempo fue así pero tras tantas cosas Tae dejó de tomarle tanta importancia a sus sentimientos hasta llegar al punto de simplemente dejar de sentirlos repentinamente cambiándolos inconcientemente, simplemente dejaba de sentirlos aunque de algo grave se tratara.

— Deberías tomar ayuda profesional, esto no es bueno — trató de convencer al contrario quien simplemente le veía con una sonrisa.

Kai y Tony sonrieron de igual forma, sabían lo que ahora diría Tae.

— Lo intenté pequeño, pero en mi primer cita la psicóloga casi llama a la policía, lo admito me dió miedo y mejor no volví — respondió con una carcajada.

La preocupación invadió el interior de Beomgyu, no se sentía tranquilo con lo que Tae había dicho, estaba más que seguro de que este necesitaba ayuda o al menos hablar.

Beomgyu jaló a Tae y lo llevó a la habitación, cerró esta con seguro y sentó a Tae en la cama.

Tae veía confundido la acción de Beomgyu, cruzó los brazos y esperó una explicación de parte de este.

Beomgyu se sentó a lado de Tae y agarró tiernamente sus manos.

— Quieres hablar? Me quieres contar quien es ese hombre? Acá estoy para ti Tae, se que no nos conocemos mucho pero puedes confiar plenamente en mí.

Beomgyu trató de convencer a Tae pero para él era algo difícil, recordar esa mierda era demasiado frustrante para el y prefería no hablar de eso, sabía que no se podía contener, pero por alguna razón la dulce mirada de Beomgyu y sus calidas manos tocando las suyas le generaron confianza.

— Todo comenzó tras la muerte de mi padre...

Las imágenes de los recuerdos de Tae se comenzaron a reflejar en la mente de Beomgyu.

Tae tenía tan solo siete añitos cuando su padre falleció, en esos momentos no comprendía del todo lo que estaba pasando, ni siquiera una gota de lágrima salió de sus ojos en esos momentos, miró la caja donde su padre estaba y vió una de sus tipicas sonrisas.

— Papá está viéndote desde el cielo convertido en una estrella — comentó la tía del menor mientras tomaban un yogurt en el auto.

— Papá es una estrella? — preguntó viendo hacia el cielo.

— Así es corazón — respondió con lágrimas en los ojos, lágrimas que Tae no comprendía porque.

El padre de Tae era un excelente médico, sus habilidades eran únicas y su amabilidad inmensurable, su madre era la esposa más amada y el un niño algo mimado pero respetuoso ante todo.

Tenían una casa algo grande y bonita, no eran millonarios pero tenían una vida estable.

Lamentablemente no todo era felicidad, el señor Kang se enteró que tenía cáncer a la semana del nacimiento de Tae, pasaron siete años de dolor y cirugías hasta que la muerte alcanzó al señor Kang.

Oxígeno (Taegyu) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora