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La pareja había tomado la decisión de comenzar con los trámites de adopción después de dos semanas, principalmente para observar si la menor que tenía por nombre Kyomi de tan solo 5 años se adaptaba fácilmente a la presencia del par. Durante ese tiempo Kanako se expreso de ella como una niña callada pero dulce y amable además de inteligente, dejando en alto las referencias positivas de la menor. Yamaguchi y Tsukishima, estaban dispuestos a esperar el tiempo que fuera necesario tan solo para brindarle todo lo que tenían por ofrecerle como padres.

Como el proceso de adopción sería largo continuarían con las visitas para reforzar aquella interacción con la menor y de este modo fuera familiarizándose cada vez más con ellos. Durante sus asistencias Tadashi alentó a su esposo a que tuviera mayor cercanía con la menor, pero este se protegía diciendo que lo mejor era que él tuviera más acercamiento con ella por el momento. La inseguridad de ser un buen padre persistía en Kei, pero Yamaguchi se oponía a eso, quería que Kei también tuviera participación además de que podía notar el rostro que ponía cada vez que miraba a la pequeña, como si de laguna manera quisiera acercarse.

–Me alegra verlos de nuevo, Kyomi no ha dejado de preguntar por los dos–

–¿Los dos?– cuestionó el más alto.

–Claro, se divierte cuando ambos están con ella–

Comentó la mujer mayor mientras caminaban entre los pasillos. Inevitablemente una sonrisa se formo de punta a punta en los labios del rubio, no lo diría pero eso le había hecho sentir aliviado; no obstante a Yamaguchi no se le escapaba nada a lo que pudo ver con claridad aquella diminuta sonrisa.

Los niños se encontraban jugando en el patio trasero, en cuanto los ojos de Kyomi localizaron a la pareja corrió impulsivamente hacia ellos. 

El pecoso le había esperado con los brazos abiertos cargándola al instante, ella también había accedido libremente a estar entre sus brazos. Kyomi saludo como de costumbre a Yamaguchi, dirigiéndose con Kei de una forma más tímida y con una mirada baja, provocando en él cierta extrañeza.

–Joven Yamaguchi necesito hablar con usted ¿tiene tiempo?– preguntó Kanako

–Ah...claro–

Miró a Kei y este solo asintió de forma comprensiva. Ahora solo eran él, Kyomi y un silencio que había surgido de la nada, uno incómodo para el rubio. Si había algo que tuvieran en común era el no ser tan habladores solo cuando Yamaguchi estaba presente.

–¿Podemos ver las flores?– preguntó en una voz casi audible.

–Claro~–

Kyomi levantó su manita hacia él, era un hábito que había tomado con Yamaguchi cada vez que caminaban así que le resultó voluntario hacerlo con el rubio, mismo que dudo pero no negó en tomar su pequeña manita. Ambos tomados de las manos caminaron hacia el pequeño jardín de flores donde la menor aprecio mucho mejor cada detalle de estas.

–¿Qué flor te gusta más?–

Esta vez él rubio habló.

–Las caemias– 

Kei enarco una ceja sin entender 

–¿Cómo son?–

–Mmm son bonitas– Kei seguía sin entender, no tenía una explicación firme pero la respuesta le había hecho reír un poco llamando la atención de Kyomi.

–Lo siento...es que no me refería a eso, sino más bien me expliques a detalle como son–

–Ah son...rojas con muchas hojas a su alrededor, redondas y bonitas– recalcó pensativa

Felicidad de tres - ♡Tsukiyama♡Where stories live. Discover now