Capitulo 35: En el océano también hay cosas preciosas.

20 5 183
                                    


 You'll be left in the dust Unless I stuck by ya. You're the sunflower- Sunflower, Post Malone Swae Lee.

Bennett

Abby es una experta en fingir que está bien cuando no lo está, fácilmente podría engañar a cualquiera, pero conmigo no lo hace. Sé bien lo mucho que le afecto la visita inesperada de su antigua amiga Alicia en Los Ángeles, no quiso hablarlo conmigo, ella dijo que todo estaba bien. Se mantuvo ocupada el resto de los días, practicó su mejor sonrisa, llenó los silencios con música, hizo un montón de bromas, intentaba distraerme la mayor parte del tiempo y luego se encerraba en su habitación de hotel sin hablar con nadie hasta el día siguiente cuando abría la puerta con una gran sonrisa para empezar el día. 

No fue hasta nuestra primera noche en San Francisco en que volví a preguntarle por ello, ella lloró y entonces le pregunte que le atormentaba tanto si sabía que había tomado la decisión correcta. No pudo darme una respuesta, en cambio abrió la puerta para permitirme entrar, nos sentamos juntos hasta que ella recostó su cabeza en mi regazo. 

Comprendo bien cómo se siente, entiendo lo que es dar todo de ti y sentir que te has quedado vacío. A veces cuando dejamos ir a alguien, no solo lloramos por esa persona, sino que lloramos la persona que fuimos estando dicha persona, los planes que se hicieron, las bromas privadas que se compartieron, las risas, esa versión de nosotros que no volverá a ser.

Pasé una mano por su cabello en suaves acaricias cuando le dije que cuando es imposible perder algo cuando se actúa con amor, todos esos consejos que brindo, la ayuda que ofreció, todo el amor que dio, todas las cosas que hizo de corazón y no apreciaron, nada de eso fue en vano, no fue algo perdido, todo ese amor sigue en ella.

—Eres todo el amor que das, girasol. Nadie puede quitarte eso, nadie puede cambiarlo—le digo—. No has perdido nada, Abby, siempre serás tú buen corazón, tu bondad, tus buenas intenciones y todos los que te rodeamos nos sentimos agradecidos de contar con tu presencia.

—¿Tú crees? —levanta la cabeza para mirarme.

—Estoy seguro de ello—aparto un mechón de cabello de su rostro—. Puedes ser amable con las personas, pero debes ser amable contigo misma primero y comenzar a convertirte en tu mayor prioridad.

Hubo un cambio en su actitud desde entonces, como si un peso se desvaneciera de sus hombros y todas sus dudas se esfumarán de su mirada. Honestamente no podría creer que finalmente había logrado decir algo lo suficientemente coherente como para que causara un impacto positivo en ella. Estar lejos de casa le ha venido bien a Abby, esta aprendiendo a vivir por ella misma, puedes notarlo incluso en la forma en la que viste, ya no siente que debe actuar o vestir para complacer a nadie, simplemente es más ella misma. 

Me dedico a admirarla la mayor parte del tiempo, cada habito, cada pequeño gesto. Nos sentamos juntos en las mañanas y le pido que me cuente historias de su infancia mientras escucho atentamente. He aprendido a apreciar cada momento de silencio también, cuando las palabras sobran y simplemente disfrutamos de la compañía del otro. El resto del mundo podría estarse derrumbando allá afuera, pero nosotros nos mantenemos en paz en nuestro pequeño mundo. Abby escribe y yo dibujo. A veces hago el tonto solo para escucharla reír, vemos películas cada noche antes de dormir, bailamos nuestras canciones favoritas para espantar sus nervios y miedos.

—Entonces, ¿estoy oficialmente despedido? —pregunto en broma mientras bajamos el ascensor.

—No eres mi niñera, Bennett, aprecio que quieras cuidarme, pero es momento de que despejes tu mente y disfrutes del viaje—dice—, al menos fuiste a esa galería con Atlas. Ya era hora de que te divirtieras.

Girasoles en verano (Terminada)Where stories live. Discover now