░۟◌༵🧁- ', [ capítulo 17] ꒱

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—Vaya, parece que tuviste una buena noche, pato.

El híbrido de oso le dio una sonrisa burlona e ingresó a la vivienda de la pareja. Quackity había aparecido en una bata de baño que no cubría bien su pecho lleno de mordiscos.

—Cállate, Rubius.

—Hey, solo resalto lo evidente —puso los ojos en blanco.

El alfa del pato apareció para proteger a su pato. Se había vuelto más territorial después de la noche anterior.

—Vengo en son de paz —anunció el oso, levantado las manos en señal de rendición—. Solamente soy el abogado de Quackity, ¿no es así?

—Sí, Rub me ayudó mucho cuando yo inicié la carrera.

—Y tengo un omega.

—¿Cómo está Lolito? —preguntó, señalando un asiento para que el abogado se sentara.

—Está- estamos esperando —se sentó y habló de su omega embarazado. —Pero no vinimos a hablar de mi vida, ¿verdad? —adoptó una postura más formal, profesional.

—Cierto. —Habló Wilbur, algo relajado. —Patito, háblale de lo que pasó.

Quackity contó la historia desde la primera vez que se vieron, para Rubius todo aquello parecía una novela, hasta que el omega habló del día anterior y cómo Jschlatt lo había engañado. Después del relato, se quedó pensando.

—Será complicado —dio su veredicto. —Primero, reza porque no nos toque un juez tan alfista… porque Jschlatt puede sacar la carta de que ese engaño era venganza, a menos que puedas probar algún engaño de antes de que conocieras a Wilbur.

—No, no puedo —se lamentó el pato. —Pero puedes inventar alguna, ¿no?

—Podría —asintió—. Pero para eso necesitamos algo sólido, por más pequeño que sea… Al menos ya cuentas con la mordida de Wilbur, no pueden probar cuánto tiempo lleva la mordida… podríamos usar eso para decir que Jschlatt se metió con un omega enlazado a su destinado…

—¿Eso no dejaría a Quackity como una puta?

Wilbur habló y se ganó una mirada bastante seria de parte del mayor.

—No, porque Quackity ha sufrido maltrato, eso hace más creíble nuestra historia.

Hablaron un poco más y después Rubius se despidió, prometiendo volver en unos días para darles informes y ese tipo de cosas, advirtiéndoles que en cualquier momento podría llegarles una citación al juzgado. Llegó a casa, donde un omega de cabellos rojos y ojos verdes lo recibió.

—Hola, osito —le saludó y le dio un beso en la mejilla.

—Hola, Lolo. —Su cola empezó a moverse de un lado para otro cuando recibió ese beso de su omega y no pudo evitar alzarlo y girar con él.

—Cuidado que me dan nauseas, cerdo —dijo con una risa, sobando su vientre de tres meses y Rubius sonrió.

—Perdón.

—¿Qué fue esta vez? —preguntó con interés, conduciendo al alfa a la cocina, donde estaba preparando la comida.

—Quackity, ¿te acuerdas de él? Pequeño, con un gorro…

—¿El híbrido de pato que era tu aprendiz en la carrera? —inquirió con una sonrisa, picando el cilantro.

—Sip.

—¿Qué le pasó? ¿Está bien?

—Su alfa lo engañaba y él también lo engañaba porque encontró a su destinado —explicó. —Jschlatt cree que por ser alfa es superior y lo golpeó.

—Qué asco. —Fue la sentencia del pelirrojo, quien agregó el cilantro a su sopa y luego se volvió a su esposo. —¿Vas a estar bien?

—Sí, no es la primera vez que hay un caso así, lo sabes. —Lolito asintió, antes de Rubius había estado con un alfa violento, dejándolo con un trauma, de hecho, había sido de los primeros casos de Rubius después de su graduación y así se habían conocido.

—Quackity estará bien en tus manos, abogado Doblas.

𝐖𝐄𝐈𝐑𝐃𝐎 | skephaloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora