Una Sultana que tendrá que demostrar que las mujeres pueden gobernar un imperio.
Peleara para tener su lugar.
Pondrá su nombre en alto y llevara el sultanato a su máximo esplendor.
Una historia de poder... O una historia de amor. No solo se enfrenta...
Las señoritas Nurbanu y Hanzade se encontraban ya en su octavo mes de embarazo.
Ambas deseaba dar a luz un principe, pero sobre todo Hanzade quien esperaba con ansias el tener un principe.
Nurbanu era visitada frecuentemente por Selim en sus aposcentos, en específico el día de hoy el sultán estaba acompañando a Nurbanu.
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Poco paso hasta que la favorita del sultán sintió dolor en el vientre.
- ¡Ahhh! Duele - dice quejándose.
- ¡Agas! Rápido llamen a la doctora - ordena a lo cual los agas obedecen - Ven acuéstate - la ayuda a levantarse llevándola a la cama - Tranquila -
La partera llegó atendiendo el parto bastante complicado al parecer, Selim salió de sus aposcentos en camino para con la madre sultana.
Se topo con la sorpresa de que su otra favorita Hanzade también se encontraba en trabajo de parto.
Le informo a un aga de la situación con Nurbanu y ordenó que le avisarán en cuanto Hanzade de a luz.
Volvió con Nurbanu, aún seguía en trabajo de parto, espero pacientemente por mucho tiempo.
Pasaron unas dos horas aproximadamente, una criada salió de la habitación para informarle al sultán sobre el estado de Nurbanu.
- Muchas felicidades mi sultán, la señorita Nurbanu ha dado a luz una hermosa niña -
El sultán entro a los aposcentos y observó a su amada con la pequeña en brazos.
- Es hermosa - dice Nurbanu viendo a la niña.
- No hay otro dios más que Alha, no hay otro dios más que Alha, no hay otro dios más que Alha. Tu nombre es Mahpeyker Kösem, tu nombre es Mahpeyker Kösem, tu nombre es Mahpeyker Kösem, la luz de este imperio - dice entregándole la niña a su madre.
- Un bello nombre -
- Así es, a partir de ahora eres Nurbanu sultán, sultana Nurbanu - dice viendo a su amada.
El sultán dejo un beso en la frente de Nurbanu y se fue directo a los aposcentos de Hanzade, pues le informaron que su hijo ya había nacido.
En los aposcentos de Hanzade se encontraba con una pequeña niña en brazos.
- Felicidades hijo, Hanzade dió a luz una hermosa sultana - dice alegre la sultana Hürrem.
- Madre querida - beso la mano de su madre.
Se acercó a Hanzade quien le entrego a la pequeña niña.
- Es hermosa - dice sosteniendo a la bebé.
La sultana Hürrem tomo a la niña y la nombró según las normas en el harem.
Aún que era sorprendente el como Selim rompió una regla por su hija.
- No hay otro dios más que Alha, no hay otro dios más que Alha, no hay otro dios más que Alha. Tu nombre es Mahfiruze, tu nombre es Mahfiruze, tu nombre es Mahfiruze - le da la bebé a Hanzade.
- Bello nombre madre -
- Así es sultana, ¿qué significa? - dice Hanzade.
- La sombra de la luna - responde.
- Lamento no haberle dado un varón, pero al menos es su primera hija - dice viendo a Selim sosteniendo a la niña.
- No te preocupes, Mahfiruze será igual de amada que Mahpeyker - dice observando a Mahfiruze.
- ¿Quién es Mahpeyker? - pregunta Mihrimah.
- Mi hija y de Nurbanu, ella acaba de dar a luz también - voltea a ver a su hermana. - ¿Deseas verla? -
Mihrimah volcó la mirada hacia su madre.
- Las dos deseamos verla - responde la Valide sultán.
- Bien entonces, Hanzade cuida muy bien a Mahfiruze, ella es tu única responsabilidad ahora -
- Claro... - respondió con odio hacia el sultán y Nurbanu.
Los dos hermanos y la Valide se dirigieron a los aposcentos de Nurbanu.
- Nurbanu - entra la madre del sultán.
- Sultana madre - inclina un poco hacia abajo la cabeza.
La madre sultana se acercó a la reciente sultana, le entrego su mano la cual Nurbanu beso.
Mihrimah se acercó poco, no le agradaban las concubinas de su hermano, pero deseaba conocer a su sobrina.
Nurbanu noto la incomodidad de la sultana y decidió hablar.
- ¿Desea sostenerla? - dice mostrando a la pequeña.
- Yo... Si, está bien - se acercó a Nurbanu y tomo a la niña en brazos.
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Los ojos de la sultana se iluminaron junto a los de la pequeña, las pequeñas manos de la recién nacida apuntaban al rostro de su tía.
- Es hermosa - dice observando los ojos de la pequeña. - Tiene los ojos de mi padre - mira a su madre. - Kösem... Kösem sultán -
Así ese día de 1566 nació la sultana que haría temblar el mundo, la sultana que pondría el sultanato en su máximo esplendor.
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