CAPITULO 10

786 90 5
                                    


Mew se lo estaba ganando. No estaba seguro de qué era exactamente lo que estaba haciendo bien, pero podía sentir la forma en que las defensas de Gulf estaban bajando. El hombre le quería. No quería admitirlo, pero Mew podía ser paciente. Tendría que serlo si él quería ganar la confianza de Gulf.

El hecho de que estaban rodando en la cama, por primera vez desde antes de que Mew había traído a Gulf del hospital, era algo así como una buena señal. Tomaría cualquier cosa en este momento, pero, por supuesto, el sexo era la mejor terapia en lo que se refería a Mew.

Y Gulf estaba tan flexible y dispuesto. Sus piernas abiertas, invitando a Mew entre ellas, y mientras se acomodaba entre los muslos firmes, Mew suspiró mientras sus pollas cubiertas se juntaron.

Gulf apretó sus ojos cerrándolos estrechamente, suspirando placenteramente. —Sí. Esto es lo que quiero.

Mew gruñó en aprobación. —Estás duro.

—¿No me digas?— Gulf dijo, riéndose un poco. —Aparte de cuando estuve enfermo como el infierno, no pienso que haya estado tan caliente en mi vida.

Mew se echó hacia atrás, luego sonrió a su pareja. —¿Lo dices en serio?

Gulf asintió. —Sí, no miento sobre eso.— Su expresión se volvió seria. —Pero en cuanto a lo que significa…

—No.— Mew sacudió su cabeza. —No hables sobre eso ahora. Esto es solo tú y yo. Nada más.

Mew se acercó más. Sus ojos estaban atrapados juntos, y había una repentina tranquilidad cuando Mew presionó sus labios en los de Gulf.

Su boca era suave, y estaba cálida, las manos de Gulf subieron, deslizándose a lo largo de los brazos de Mew antes de descansar sobre sus hombros y su nuca.

Cada lugar donde las manos de Gulf tocaban dejaban a Mew caliente y dolorido. El gato dentro de él gruñía con aceptación por el toque de su compañero. Esa aprobación era la misma que todas las otras veces que Mew había besado a Gulf. La única diferencia, era que Mew ahora sabía por qué su animal interior estaba tan complacido cada vez que se besaban.

El animal sabía algunas cosas que Mew no, al parecer, y ahora que él y el león estaban en la misma página, ellos podían disfrutar, finalmente, de su compañero.

Mew persuadió a la boca de Gulf, para que se abriera, con su lengua. Gulf gimió, dejando entrar a Mew, sus manos se deslizaron por la melena de Mew, tirando de la coleta baja que llevaba.

A Mew normalmente no le gustaba cuando alguien le tocaba el pelo. No le gustaba mucho llevarlo como un adorno, pero cuando vino de Gulf, él dejó que el hombre agarrara y tirara de su pelo y de su corazón. Cualquier cosa para él.

Cualquier cosa, con tal de que no se fuera.

Gulf gimió. Él sonido se disparó al corazón de Mew. La calidez del cuerpo de Gulf era demasiado, sobrecargaba sus sentidos, y él no podía mantener el control de sí mismo por más tiempo.

Mew empujó hacia delante, follando en seco a su compañero, dándoles toda la fricción que necesitaban, el placer.

Gulf rompió el beso, dando un grito apagado a través de su boca. —Sí. Eso… eso se siente bien. Joder, yo necesito esto. Te necesito.

Mew no se detuvo, aunque esas palabras casi provocan esa reacción.

Gulf no podía ser consciente de que acababa de decir eso. No cuando él todavía estaba aprendiendo a confiar en Mew.

Mew continuó moviéndose. Él quería saber qué más podía hacer que dijera Gulf, si solo pudiera hacerle perderse asi mismo un poco más en el placer dentro de él.

1-EL JUGUETE DE LEON-MewGulf(Serie:ALFAS MULTIMILLONARIOS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora