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Quiero conocerte
Cambiarías un poquito de mi suerte
Sigue la corriente
El impulso de tu piel nunca te miente

—¿¡Me vas a dejar botado!?— chilla Quackity aguantando las ganas de correr hasta Roier y lanzarse sobre él  —¡No puedes hacerme eso, tengo una familia que mantener y eso incluye cuidar de ella, no puedo vivir en este lugar!

Roier rueda los ojos conteniendo la risa por la exagerada reacción de su amigo al enterarse de los acontecimientos ocurridos la noche anterior en casa de sus padres, lo dejara lloriquear un rato para cobrarse una de las tantas que él ha recibido.

—Lo siento Quacks pero el legado es importante para mi familia— suspira igual de dramático yendo a acomodar el nuevo pedido de frituras. —Tendrás que buscar a alguien más para que te ayude o ¿sabes qué? Una vez ví una señora que llevo sus hijos al trabajo y los puso a trapear pasillos y abrir la puerta además también fue en un Oxxo, mucho problema no tendrías.

—¡No voy a traer a mis hijas al trabajo, sus padres me matarían!— gruñe el otro. —Lo he pensado muchas veces pero incluso Philza me amenaza.

Cuando Quackity hace berrinches, llamados así por Roier, las plumitas de sus alas se sacuden y algunas se desprenden, quedan regadas por el local cosa que al principio molestaba a Roier pero ahora le da igual, suele tomarlas para molestarlo de algún modo.

—¿Qué tal si le dices a Missa?— cambia rápidamente de tema, conociendo a Quackity pronto dirá que le ayude a convencer a todos de llevar a Tilin y Tallulah al trabajo.

—Saldra pronto de la isla, tiene un viaje de trabajo.

—¿Wilbur?

—Una gira.

—¿Luzu?

—Trabaja desde casa.

—¿Maximus?

Quackity parece pensarlo un poco pero al final niega también.

—También tiene un trabajo importante que está cerca, algo de periodismo.

—¿Qué tal Slime? Ya que Mariana cubre los turno de noche él podría hacerse cargo de la niña en el día.

—No estoy seguro de que sea buena idea, Mariana necesita descansar bien.

—Es sorprendente pero tienes razón, hasta que usas ese cerebro tuyo.

Quackity grazna molesto por ser insultado así que decide dar el tema por finalizado, se da la vuelta en su lugar para acomodar los productos que se encuentran a su lado de la barra y Roier suelta una carcajada cuando ve las plumas de su colita moverse, aquello enfada más al pato quien le vuelve a graznar en señal de advertencia.

La mañana transcurre de ese modo, ambos charlando sobre cosas triviales para despejar la mente de Roier y que no se torture pensando en el tema de sus padres, los clientes van y vienen y Quackity se adueña de la caja cerrada para no hacer nada que requiera lidiar con gente de forma directa por más de cinco minutos.

Es un día habitual en el trabajo, hay gente ensuciando el piso recién trapeado y niños sin supervisión adulta removiendo y desordenado las bolsas de papas que Roier ha ordenado con anterioridad. No pueden quejarse o bueno, no tienen las ganas de hacerlo.

De pronto un hombre de aspecto cansado y cabello revuelto entra al lugar, un par de orejas llaman la atención de Roier y por alguna razón que desconoce se queda sin palabras, sus ojos no pueden apartarse de aquel hombre y se fuerza a buscar a Quackity con la mirada para no parecer un loco acosador.

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⏰ Last updated: Jul 16, 2023 ⏰

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love lyrics • guapo duoWhere stories live. Discover now