Día 12: JiraSaku - Lucharé por un futuro donde me digas que sí.

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[ Viaje en el tiempo | Canon divergencia | Misma edad ]
Jiraiya x Sakura

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La conoce por primera vez cuando la Segunda Guerra termina.

Uno de sus sapos se le acerca un día, informando mucho más tarde de lo normal, diciéndole que una hermosa mujer lo retuvo cerca de uno de sus puntos de espionaje. Ella fue amable, le dice, y lo único que hizo fue pedirle que le entregará un pergamino al Sannin Jiraiya; pero, su sapo le confía, está seguro que esa mujer era increíblemente poderosa. Peligrosa.

Por sí mismo, eso es suficiente para que Jiraiya sienta una pizca de curiosidad y sea especialmente cuidadoso con el pergamino que su sapo le da.

Un pergamino sellado bajo intrincados y complejos sellos.

¿Un especialista en fuinjutsu? ¿Uzumaki?

Abrir el pergamino tarda unos días. Si bien los sellos son nivel experto y no muchas personas (aún menos con la destrucción de Uzushio) serían capaces de desentrañarlos, lo más complicado de estos es la forma en la que están hechos. Son desprolijos, como si su autor nunca hubiera aprendido la forma correcta en la que se hacían y solo siguió trabajando con lo que funcionaba, haciendo constantes ingenierías inversas y combinaciones no convencionales. Es... difícil de entender, al principio, pero cuando finalmente lo tiene, debe superar los muchos bloqueos.

Lo logra, y para ese momento, la intriga sobre su contenido y la misteriosa mujer ha crecido a pasos agigantados.

El pergamino finalmente le revela sus misterios cuatro días después de recibirlo: un lugar y una fecha.

Jiraiya, porque no es nada más que un hombre demasiado curioso para su propio bien, marcha ese mismo fin de semana hacía un descuidado bar cerca de la frontera.

Lo que lo recibe allí es una mujer más o menos de su edad, hermosa como su sapo describió, con un cabello tan ridículo como el suyo (rosa, ni siquiera sabía que eso era posible), y una sonrisa que no debería lucir así de triste.

— Estaba empezando a creer que no aparecerías.— Ella le dice, tomando un sorbo directamente de la botella de sake en su mano. Se ve cansada, derrotada, y Jiraiya casi se siente mal por verla; la guerra, piensa, destrozó a todos. —No estaba segura de a quién recurrir si no lo hacías— confiesa.—Shishou hubiera sido una gran opción, mi primera opción en realidad, pero tú y yo sabemos que ella está lidiando con cosas ahora.

Jiraiya tararea, cazando las pequeñas piezas de información que la desconocida le arroja. —Tu shishou debe ser realmente fuerte.

—Oh, lo es.— Ella le responde, apoyando su cabeza sobre la mesa, sonriéndole a sabiendas de lo que hace. —La más fuerte de todos.

La más fuerte... El Sabio Sapo frunce el ceño. —Bien, estoy aquí. ¿Qué necesitas de mí?

La mujer de cabello rosa sonríe mientras activa un sello silenciador en su mesa y Jiraiya sabe, sabe que se arrepentirá de esto.

—Que me ayudes a salvar el mundo.

Lo que sigue son horas de escuchar la historia más ridícula y trágica que le han contado, y un enorme dolor de cabeza.

Ella le habla del futuro, de historias una más difícil de creer que la anterior. Le habla de nacimientos y muertes, de alegría y dolor, de amigos y enemigos. Le cuenta de sufrimiento, sangre y herencias malditas. Le habla de profecías y demonios, pueblos reducidos a cenizas y una gran alianza formada por la esperanza y desesperación. Le habla de guerra, la más grande de todas, de muertos regresando a la vida y leyendas luchando a su lado. Le habla de la desesperanza, de leyendas que no son nada a la par de monstruos y dioses, de ver morir a tus amigos y familia, de perder y perder y seguir perdiendo.

Quienes admiran las flores de cerezo [MultiSakuMonth2023]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora