Perdición [3] [PAUSADA]

[ Capítulo 10 ]

[ADVERTENCIA]

En el mundo bajo no se oye una, sino varias bocas hablando de lo que pasará ahora y es que sin saberlo, no sólo se mueve una parte pero todas alrededor del mundo.

En unas partes se habla del hombre que parece ser un monstruo sacado de la mitología griega, aquel que fue capaz de enfrentar y humillar al Pahkan en su propio evento.

Se habla acerca del hombre al que han apodado como "cíclope", quien pese a no tener los dos ojos, es notorio que no los necesita para burlarse de uno de los hombres más poderosos en el bajo mundo. Nadie sabe quién es, pero saben hasta dónde puede llegar y aunque no saben sus razones para actuar, no les importa porque saben que es tan letal cuál animal desenfrenado.

Pero la pregunta no es quién es, sino ¿Qué quiere mostrar?

Y es que aunque estuvo tan cerca de la familia Vasíliev y haberlos podido asesinar sin problema alguno, no lo hizo, hirió al nuevo patriarca de dicha familia pero no lo mató. Claro que tal vez matarlos no era el objetivo principal, tal vez el objetivo era simplemente burlarse de ellos...

Sentando en un sillón de cuero se encuentra aquel monstruo del que tanto se habla, sostiene en una de sus manos una copa de vino mientras que observa lo que los noticieros dicen de él y en lugar de deprimirse por ser catalogado como la nueva amenaza de Rusia, sonríe contento porque logró su primer objetivo: llamar la atención.

Deja la copa de vino vacía en la mesa de cristal se pone de pie disfrutando de aquella tarde en especial y si no fuera porque sigue estando sobrio, se habría puesto a bailar sabiendo que mientras él está sonriendo, Aleksey está en el hospital por lo que le hizo y no conforme con ello, su familia también sufre de las consecuencias de haberse metido con él.

Y es que aunque Aleksey fue herido gravemente al haberle quitado uno de sus ojos, su familia también está sufriendo los estragos de aquella noche, precisamente porque Nicholas antes de irse había hecho que el salón fuera llenado de un gas tóxico que reaccionaba con el fuego.

No derribo solo un pájaro, sino varios.

—Por ingenuo. —Celebra el alemán.

No hay arrepentimientos de por medio, solo una profunda felicidad y la risa que sale de su garganta hace que su humor se eleve disfrutando del momento y sin importarle nada, ni nadie pone música a todo volumen y suena por toda la habitación.

Está perdiendo la razón y poco le importa porque si el precio para volverse el mejor de todos, es perder la cordura, ¡Que así sea!

No ha dado ni la mitad de los golpes que tiene planeados y el mundo ya le tiene miedo. Porque pese a que los golpes no han pegado directo hacia ellos, el olor del miedo es lo primero que se desprende y huele en las calles y es que toda Rusia está llena de cobardes habladores, pero no importa, porque también tiene planes para ellos.