ON [Kim Namjoon & Occ/Female]

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"¿Que pasa?"

Arturo observo el exterior desde la ventana de su castillo, desde dónde estaban, podía ver con claridad a esos pobres y "sucios" campesinos, como el solía decirles.
Se alejo un poco de la ventana, y encaro finalmente a su hija, quién se encontraba parada frente a el, solo interviniendo una mesa elegante entre ellos, pero eso no evito que los dos se mirarán sin parpadear.

Veronica se había propuesto eso, no temerle a su padre, y poder encararlo, pero cada día era más difícil.

"Siéntate"

Ella sintió un escalofrío por la repentina voz dura y gruesa de su padre, y sin rechistar, tomo asiento sintiendo la atenta mirada del hombre frente a ella.

"¿Hice algo malo?"

Sin responder, Arturo volvió a su antigua postura, observando únicamente el pueblo desde su ventana.

La princesa estaba muriendo de nervios ahí mismo, o más bien, de miedo.
¿Acaso había hecho algo malo? O aún peor, ¿Ya había descubierto lo suyo con Namjoon?

"¿Recuerdas la última reunión que tuvimos con los reyes?"

Cómo olvidarlo.

Ahí fue, donde prometió junto a su amado, estar a su lado para siempre mientras bailaban al ritmo de la canción, en aquella noche estrellada, besándose en la oscuridad siendo iluminados únicamente por la luna.

"La recuerdo, aunque eso ya fue el año pasado, lo recuerdo" respondió con una pequeña sonrisa debido al recuerdo de ella con su pareja, había pasado un año, pero para ella, había pasado una eternidad desde que estaba con Namjoon. "¿Por qué?

Esta vez, Arturo enfrentó a su hija mirándola sin ninguna expresión, solo estaba serio, y parecía que no habia nada bueno en aquella plática.

¿Que está pasando..?

Incluso el ambiente ahora era tenso, quería escapar de ahí, y ser abrazada por Namjoon como cada noche antes de que ambos quedasen dormidos en la cama de la joven, sus brazos y besos siempre lograban calmarla de alguna forma.

Pero Namjoon no estaba ahí, con ella.

"¿Y recuerdas algo en específico? O más bien, ¿Una pregunta en específico?"

Las preguntas de su padre empezaron a ponerla nerviosa e incómoda, desde hace años, no le había pedido una plática importante a solas, pero ahí estaba, sentada porque su padre le informo sobre algo importante para hablar.

Y parecía muy importante.

Pero ¿De que habla? ¿Que clase de pregunta se supone que debe recordar?

"No estoy segura, padr-"

"Sobre tu prometido"

Veronica se quedó callada por las palabras de su progenitor, no estaba entendiendo nada de lo que su padre estaba diciéndole, su...¿Prometido?

"¿Mi prometido? ¿De que estás hablando, padre?"

Y sin rodeos, Arturo fue al punto de aquella plática sin perder la mirada dura hacia su hija.

"Creo que ya va siendo hora de que te cases, Verónica"

¿Que...?

¿Casarme...?

"¿C-como?"

"¿Necesitas que vuelva a decírtelo?" Soltó con brusquedad colocando sus manos sobre la mesa. "Cómo oíste, Verónica, es hora de que contraigas matrimonio con un hombre"