ᴅɪɴᴏs ʟᴀ ᴠᴇʀᴅᴀᴅ ──── ¿Guardas un secreto y desapareces así no más?
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Yuu Tomioka abandono la cede de los cazadores con una impactante revelación de su futuro, luego de su decisión nadie supo más nada de ella. Hasta que en un reencuentro...
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"Ojos azules".
Atte: ???? Dirigido a: Tomioka Yuu.
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Ojos azules, siempre a pensado en ellos quienes lo tienen como unos zafiros que podrían romperse si llegaban a derramar alguna lágrima. Ahora mira a la persona frente a él y siente una extraña oleada de frío, no, no eran zafiros que podían romperse, eran dagas de un cristal azul que se asimila al mar que lo asesinaban sin siquiera dañarlo. Era un demonio, un demonio lleno de majestuosidad que reinaba en el lugar, una mujer que no se transformó en una de ellos, pero que era una fiera.
Los ojos de Yuu estaban puesta en el kanji en el ojo del demonio de rango superior. Akaza, estático al tenerla frente a él, ve como con rapidez una daga va a su dirección, cuando la esquiva, una figura danzó arriba de él para darle un golpe con la característica respiración acuática, esquiva con rapidez, no desea pelear, una mujer se tiene que respetar y él no sería capaz de dañar la, pero ella si a él. Yuu mantuvo su frío semblante, dando suaves estocadas para dañar a su oponente, con pasos firmes, pero lentos para no cansarse, si ese demonio no atacaba era porque ocultaba algo, habló, revelando sus pensamientos:
─── Eres uno de sus perros. ─── Soltó como veneno, mientras se detenía.
───Eres ella, ¿no es así, cazadora? ───Guardo silenció, para nuevamente lanzarse a atacar.
Akaza se mantenía, daba vueltas y piruetas para que la contraria no lo dañe, su oído se volvió agudo cuando escucho la hoja de la katana caer en el suelo solo para que una flecha volará a su dirección, no, no venía de ella, el aroma de la flecha venía de otra persona, un humano masculino, Yuu había dejado caer su Katana en forma de distracción para que la flecha Logre perforar el hombro del demonio quien gruño molestó. La azabache dio un salto a su dirección, Akaza rápidamente puso su mano en forma para interponerse pero otra flecha salió a su dirección, se mueve al ver que no lograría nada.
───No puedo dañar te, pero a tu ayudante─── Gruñe. ─── si.
───Sobre mi cadáver.
Otra flecha voló a su dirección cuando iba a esquivar otra estocada de la katana de la femina y esa vez pudo dañarlo. Gruñe molesto, Akaza la miro atenta mientras se arranca la flecha que tenía en su hombro, no podía, ni aunque quisiera dañarla, pero si al que la estaba ayudando, corré hasta la dirección de los árboles donde la otra persona estaba. Las flechas pararon de ser lanzadas y los pasos de un caballo llego a sus oídos. Yuu, angustiada, corre detrás de Akaza mientras intentaba pisarle los talones.
