Poemario - Luz y Oscuridad, Vol. II

Rastros de ti

Si un día te fuiste, ni cuenta me di,
por tantos rastros que quedaron de ti,
entre los pasillos siento tu presencia,
tu cuerpo se fue pero se quedó tu esencia.

Rastros de ti pintados en cada pared,
rastros de ti como huellas en el suelo,
rastros de ti en el aire como un perfume,
rastros de ti como un recuerdo que consume.

Si un día te fuiste, ni cuenta me di,
de tanto que pienso y pienso en ti,
adonde vaya rastros de ti me persiguen,
adonde mire rastros de ti conmigo siguen.

Rastros de ti en los reflejos de los cristales,
rastros de ti que me rodean sin descanso,
rastros de ti llamándome por las noches,
rastros de ti adhieridos a mí como broches. 

Tus palabras son como tatuajes en mi mente,
tus caricias son cicatrices que no sanan,
tus besos son quemaduras eternas,
las marcas en mi cuerpo son rastros de ti.

Te puedo sentir aunque ya no estés aquí,
te puedo ver aunque en realidad no estés ahí,
como puedes ver te tengo bien presente,
aunque yo sé muy bien que estás ausente.

Estás cerca de mí pero a la vez estás lejos,
tropiezo cada día con recuerdos viejos,
que me aferran a cosas que no volverán,
puros rastros de ti que no desaparecerán.

Me pierdo tratando de encontrarte,
me olvido de mí mismo por recordarte
pero te pierdo tratando de encontrarme,
al igual que te olvido por recordarme.

Tantos rastros de ti que no me sueltan,
son como cadenas que no me sueltan,
¿cómo escaparme de todos los rastros de ti,
si ahora se hicieron parte de mí?

Tus palabras son como tatuajes en mi mente,
tus caricias son cicatrices que no sanan,
tus besos son quemaduras eternas,
las marcas en mi cuerpo son rastros de ti.