Capítulo 5 : Definitivamente, tal vez

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Cuando regresan a la casa principal, el padre y el tío de Seokjin han vuelto del huerto con una cesta llena de caquis maduros y deliciosos. Y no son las únicas caras nuevas. Los dos primos de Seokjin y Nayoung se afanan en poner la mesa en el comedor, y Seokjung se ocupa del jjigae que se cuece en la cocina, para enfado de su abuela.

"Necesitas años de experiencia para hacer estas cosas bien, no una escuela culinaria", se burla ella, apartando la mano de su hermano cuando éste intenta echar un poco más de salsa de soja en la olla.

Seokjung lanza una mirada de derrota a Seokjin, mientras su madre y su tía se ríen por lo bajo. Seokjin sonríe y sale de la cocina para escapar del caos.

Un ladrido agudo le sorprende, y se apresura hacia la habitación delantera justo a tiempo para ver una bola blanca de pelusa saltar sobre sus patas traseras para olfatear la mano extendida de un sonriente Jungkook, moviendo la cola con entusiasmo.

"¡Jjangu!" exclama Seokjin.

El pequeño perro levanta las orejas al oír su voz y, con dos saltos de alegría, Seokjin se encuentra con un brazo lleno de pelo. Seokjin se ríe y se echa un poco hacia atrás cuando el pequeño maltés intenta babearle toda la cara. "¿De dónde vienes, amiguito?

Seokjung saca la cabeza de la cocina. "Estaba empezando a ponerse un poco malhumorado. Creo que estaba empezando a extrañarte, así que lo traje".

"Gracias, hyung", exclama Seokjin, rascando a Jjangu detrás de las orejas y viendo cómo el perro se derrite en sus brazos. Debe de haber echado mucho de menos a Seokjin porque es la vez que más tiempo ha tolerado su afecto. Seokjin siente una punzada de culpabilidad al darse cuenta de que no ha visitado a su hermano (ni a Jjangu) en casi tres meses, a pesar de que ambos viven en Seúl.

"Qué tierno".

Cuando levanta la vista, Jungkook les está mirando con una dulce sonrisa en la cara. Seokjin le devuelve la sonrisa, con el corazón acelerado ante la suave mirada de Jungkook.

En cuanto Jjangu oye la voz de Jungkook, se anima de nuevo y se escabulle de los brazos de Seokjin, casi arañándole la mano en su loca carrera hacia el estudiante. Con la boca abierta, Seokjin ve a su perro arrastrarse hasta el regazo de Jungkook, ladrando alegremente.

"Espera, Jjangu, ¿por qué estás...?"

Hoseok se ríe a carcajadas, sentado junto a Jungkook. "Hyung, creo que tienes competencia".

"¿Cómo? ¡Acaba de conocerlo!"

"Está claro que se ha dado cuenta de que soy la opción superior", dice Jungkook con suficiencia, cepillando el pelo del perro un par de veces para placer de Jjangu.

Seokjin observa, traicionado. "No se lleva bien con los extraños".

Incluso tú, Jjangu, piensa incrédulo. Incluso su perro se deja azotar por Jeon Jungkook.

Jungkook se encoge de hombros. "A los perros les gusto", dice, su mueca se transforma en una sonrisa cariñosa cuando Jjangu se da la vuelta, presentándole su barriga.

La forma suave y cuidadosa en la que está acariciando a Jjangu casi le hace querer desplazar a su perro del regazo de Jungkook y recostar la cabeza en su lugar, un fuerte impulso de ser el destinatario del afecto de Jungkook se apodera de él.

Hoseok debe de haber visto algo de esto reflejado en su cara, porque se acerca por detrás y le rodea el cuello con los brazos, anunciando en voz alta: "No pasa nada, Seokjin-hyung. Sigues siendo la mejor opción para mí".

Seokjin se ríe y estrecha los brazos de su mejor amigo contra su pecho. No se da cuenta de cómo Jungkook frunce el ceño.

"La comida está lista", dice su madre desde la cocina.

Tirar de la lana sobre mis ojos -Kookjin-Where stories live. Discover now