La noche en Queens no era más oscura que un hermoso día de invierno. Las ventanas parpadearon, Los autos que pasaban destellaron luces amarillas y rojas, en algún lugar en la distancia un semáforo parpadeó de manera desigual, Las guirnaldas parpadearon. Incluso la luna llena brillaba como el sol.
No pudo dormir, Miguel había estado acostado en la cama durante media hora, mirando la cara de Peter frente a él. Tranquilo, despreocupado, relajado. La respiración tranquila ocasionalmente le hacía cosquillas en la mejilla, la palma de su estómago se calentaba. Las manos anchas llenas de venas le tocaban la sien y rozaban sobre la corta frente de Peter.
Un encuentro casual en un club. Peter tiembla sin muchas ganas, aparta a un grandote miguel y este corre tras él. Él camina obedientemente hacia el auto, se sienta en el asiento delantero, sube a casa con O'hara con piernas inestables. Sexo rápido y poco prometedor, una mala mañana, una despedida seca, y Peter no espera que aparezca en la puerta de su casa en dos días.
Los labios calientes se besan con lujuria, sedientos, las manos agarran el cuello de una camisa desabrochada, arrugando la apretada tela entre sus dedos. Cena. Sexo. Desayuno. Parker no espera nada, pero Miguel regresa alrededor de las ocho de la noche con una bolsa de deporte, se queja de los atascos en Queens. Peter vacía un cajón de la cómoda, trasladando sus propias cosas, calienta la cena para dos, libera un estante en el baño, observa cómo aparece otro junto a su cepillo de dientes.
La luz de la luna toca la espalda desnuda de la araña, le permite al joven contar las pequeñas estrellas de los lunares en su piel, trazando las líneas imaginarias de las constelaciones con la punta de los dedos conectando cosmos. Pet sacude el hombro, exhala ruidosamente y gira la cabeza hacia el vampiro, abre un ojo.
- ¿Por qué no vuelves a dormir? - la voz es dulce como un durazno, pero, sorprendentemente, no está irritada.
- No puedo dormir - responde simplemente Miguel.
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Comenzando con algo nuevito😈🙏
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Para mi tu eres la Gloria.
FanfictionLos labios calientes se besan con lujuria, sedientos, las manos agarran el cuello de una camisa desabrochada, arrugando la apretada tela entre sus dedos.
