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Jimin caminaba como si estuviera en una pasarela. Iba en medio del amplio pasillo, recibiendo alguna que otra burla y miradas enamoradas de alfas y betas. Pero poco le importaba, lo único que quería era encontrar al chico que lo comenzaría a cortejar desde ahora.

—¡Un gato salvaje se escapó del zoológico! —gritó un omega de último año. El peli-rosa lo reconoció, era Jackson, un chico rudo que se creía alfa.

Los amigos del omega peli-negro comenzaron a reírse junto con él. En lugar de sentirse ofendido, el pequeño sonrió.

—Así es, Jackson hyung, y ando buscando a mi domador —le gritó tiernamente, dejando callados a los que se estaban riendo. Muchos "aws" se escucharon.

Jimin solo tenía un objetivo: Encontrar a Min Yoongi. Siguió caminando hasta llegar al área en el que se encontraba el casillero del alfa, encontrándolo parado junto con Jungkook.

—¡Yoongi hyung! —corrió hasta el alfa, lanzándose a los brazos de este.

—¡Jiminnie! —dijo, suspirando por no haber perdido el equilibrio y haber podido agarrar de la cintura al menor—. ¿Qué pasó?

—Miau, grr —ambos chicos voltearon a ver al dueño de esos sonidos, encontrándose con un Jungkook haciendo pose de león—. Se ven tan tiernos.

El omega sonrió divertido ante el alfa, pero toda su atención volvió a seguir en Yoongi.

—¿Por qué vienes disfrazado de gatito otra vez? —preguntó con las mejillas sonrojadas el alfa. No iba a admitirlo, pero le encantaba.

—Para conquistarlo, hyung —rió dulcemente—. No es justo que solo usted me corteje.

—¿Estás tratando de cortejarme vistiéndote como gato? —cuestionó alzando una ceja divertido.

El pequeño omega asintió enérgicamente. —¿Esta funcionando? —preguntó ilusionado.

El pálido se quedó callado por unos momentos, viendo de reojo a sus costados, encontrándose con la mirada curiosa que Jungkook les dedicaba. El alfita era todo un chismoso.

—Sí... —susurró roncamente en el oído del omega, intentando que solo el escuchara.

Los chillidos de Jungkook y Jimin se escucharon fuertemente. Yoongi miró asustado a su costado. Jungkook estaba pegado a su cabeza. ¿Cómo es que había llegado tan rápido allí?

—¡Dijo que sí! Esto tengo que contárselo a Nam hyung —salió corriendo el alfa con una sonrisa de oreja a oreja.

Jimin aún continuaba con su mirada baja, tenía las mejillas sonrojadas y una gran sonrisa.

El alfa le había dicho que si le gustaba. Por un momento había pensado en que el pálido le diría que se veía ridículo o se avergonzaría de él y dejaría de cortejarlo.

—Jiminnie...

—Hyung...

—Tengo algo que darte —sonrió un poco nervioso, bajando a Jimin de sus brazos y acercándose a su casillero.

El omega le siguió con mirada curiosa, esperando lo que su alfa tenía que darle.

El pálido sacó una rosa color violeta y una pequeña caja. Jimin observó con ilusión cuando el chico carraspeó y le tendió la rosa hacia él.

El omega la agarró con emoción, admirando la belleza que emanaba la rosa; se veía tan viva, tan delicada, y tan fresca.

Pegó un pequeño gritó cuando vio la caja con galletas de chocolate y fresa. Eran sus favoritas.

Lo que Jimin jamás esperó fue que el alfa lo sostuviera en sus brazos. Abrazándolo de manera delicada.

—No soy muy bueno con las palabras, Jiminnie —susurró sobre el cabello del menor—. Espero que lo comprendas. Por ti puedo trabajar en ello, puedo comenzar a dejar un poco mi timidez, solo ten paciencia.

—Con un abrazo es mucho más que suficiente, hyung —sonrió enamorado el omega, hundiendo más su cara en el pecho del chico.

—¿Por qué tienes que ser tan bueno? —el alfa sonrió.

—Porque estoy destinado a usted.

El corazón del alfa latió rápidamente. En definitiva, en su vida pasada debió de ser un héroe para que la vida lo recompensara con ese pequeño acosador.

—Nunca pensé que las personas se pudieran enamorar en tan poco tiempo —susurró, dejando un beso sobre la sedosa cabellera del omega. 

¡Quiero ser tu mascota! - YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora