𝐎𝐧𝐞 𝐒𝐡𝐨𝐭 (Hermione Granger)

El pasado.

La guerra había terminado... Y Voldemort había salido victorioso.

Todo era diferente en el mundo mágico, todos estaban en peligro, magos y brujas eran asesinados todos los días. Tras la muerte de Harry Potter, Voldemort mando a asesinar a todo aquel que había luchado a favor del muchacho.

Lo estaba logrando, sus mortífagos perseguían a todos los aliados de Potter. Los primeros fueron los Weasley's, la familia había sido asesinada, después los Longbottom, los Lovegood, los Finnigan, los Thomas, la profesora Mcgonagall, Slughorn...

Todos estaban muertos.

El mal había reinado.

El mundo mágico había perdido la esperanza de poder cambiar. Se habían rendido, todos, menos dos personas.

Noah Gray y Hermione Granger. El amor imposible... ¿Por qué? Pues eran 20 años lo que las separaba.

Les resumo un poco.

En 1993 Noah, junto a su mejor amigo Remus, fueron llamados por Dumbledore para ser maestros en defensa contra las artes oscuras y en cuidado de criaturas mágicas.

La pequeña Hermione de trece años había creado un amor platónico de su profesora de treinta y cuatro años. Noah claramente no estuvo interesada en Hermione... No hasta en sexto año, cuando la castaña tenía diecisiete años.

Noah claramente noto el cambio de la chica, quiso mantenerse en juicio, pero todo aquello se fue a la mierda cuando terminó cediendo a los encantos de Hermione.

Desde aquella noche en la que se entregaron, no dejaron de hacerlo y continúo su romance en secreto.

Después de la guerra, las dos chicas huyeron del peligro, pero siempre manteniendo la esperanza de vencer a Voldemort. No podían hacer nada ahora, si querían vencer al señor tenebroso, tenía que ser en el pasado.

Noah y Hermione, se dedicaron a crear un nuevo giratiempos.

Aquella mañana, era el cumpleaños de Noah. Hermione, después de hacer el amor por toda la noche con su amada, logro despertarse desde muy temprano para hacerle un pastel a Noah.

—Mi amor... —susurró Hermione, colocándose cuidadosamente encima de Noah, que dormida boca bajo.

La pelirroja gruñó.

—Felíz cumpleaños, mi amor—cantó Hermione en forma dulce en el oído de su novia—. Vamos, despierta, mi vida...

Noah sonrió al sentir las caricias que le hacía Hermione en su espalda, espalda llena de marcas de las uñas de la castaña. La mayor fue despertando y se dió vuelta sobre la cama sin quitarse a Hermione de encima.

Hermione se acercó a los labios de Noah para dejar un dulce beso.

—Buenos días, amor—dijo Noah con voz ronca y una radiante sonrisa.

—Buenos días y felíz cumpleaños—sonrió la castaña lanzándose nuevamente a los labios de Noah.

Pasaron horas en la cama en esa mañana, ningún de las dos quería salir de aquella habitación, y sobretodo de aquella cama. Se besaban apasionadamente sin tener otras intenciones, simplemente para demostrarse el amor que se tenían. Hermione saco su cámara de la mesita de noche en un costado de la cama y empezó a tomarme fotografías a Noah y Noah a ella.

Las dos reían y se divertían. Tras las pérdidas dolorosas de amigos y padres que habían tenido las dos, las dos habían podido lograr hacer felices. Felices en aquella burbuja romántica en la que vivían.

Pero no todo es para siempre.

Noah y Hermione reían tras tomarse una foto graciosa, pero eso se esfumó en la pelirroja al es escuchar un ruido sospechoso.