Capítulo 26

66 3 0
                                    

-Te ves hermosa-me susurra en mi oído dejando un pequeño beso en mi cuello hasta separarse y mirarme

-Gracias-le respondo mirándolo fijamente aún abrazada a su espalda

-Que estabas buscando?-Me pregunta señalando el librero a mis espaldas

-Dijiste que ya podía entrar aquí

-Así es

-Buscaba el libro que tú amiga te dio-le digo con nerviosismo

-Te gusta?

-Si,es una historia interesante

-Mañana haré que traigan todos los libros que tú quieras,incluido ese

-No es necesario-le digo con una sonrisa nerviosa

-Claro que lo es,no creo que te guste leer cosas empresariales-me dice soltando una risa nasal

-Puedo intentarlo-le digo ofendida

-Yo sé que puedes pero no creo que te interesen

Suspiro derrotada alejándome de él

-Tu ganas

-Entonces te ordeno algunos?

-Si pero antes quiero saber cuáles son los tuyos

-El librero no te basta

-No...- le susurro con una sonrisa-quiero saber que otras obras te interesan

-Si te las digo me dirás los tuyas?-me mira entrecerrando sus ojos

-Por supuesto!-le digo antes de darme la vuelta y acariciar cada libro del mueble

-Lo haré!-cede haciéndome sonreír

Me doy la vuelta y lo miro

-Vamos-me extiende su mano,la tomo y juntos caminamos hacia el sofá















Pasamos mucho tiempo encerrados en el estudio hablando de obras que jamás creí que el leería en su vida, algunos libros conocidos para mí y otros desconocidos para él pero al final descubrí que sus libros preferidos eran de ciencia ficción y de emprendimiento

De hecho duramos bastante tiempo hablando sobre algunas anécdotas de su vida universitaria con ciertos libros pero en ningún momento menciono a Jenny

Hasta que le pregunté por qué ella le había regalado el libro del gran gadsby

-Me lo dio para que dejara de aferrarme a cosas inalcanzables y desafortunadas en la vida-me había contestado con una media sonrisa nostálgica

Haciendo me sentir un poco celosa por la manera peculiar en la su mirada le brillaba por lo que no quise indagar más en el tema para mi propio alivio sentimental

Luego de eso volvimos a hablar de otras anécdotas hasta que terminamos leyendo juntos un rato uno de sus libros a petición mía para demostrarle que si podría entender más sobre su profesión de lo que él creía, aunque en algunas ocasiones me explicaba

Estaba sentada a su lado sosteniendo el libro, releyendo una y otra vez el mismo maldito párrafo sobre los flujos administrativos cuando el quita su brazo del respaldo del sillón
distrayendo mi atención

-Que ocurre?-le pregunto confundida colocando el libro sobre mis piernas

-a ti porque te gusta ese libro?-me pregunta de repente

-por qué te enseña a valorar lo que él tiempo te da,a ser realista y no vivir de espectativas que jamás ocurrirán-le digo soltando una pequeña indirecta

Inexplicable Amor Where stories live. Discover now