Capítulo 8 |Tara Belle|

141 6 0
                                    


Capítulo 8

TARA BELLE,L

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

TARA BELLE,L.

Bethany llamó para salir, justamente unos días después de llegar a Rusia, para celebrar que había empezado el negocio de sus sueños.

La familia de Bethany es millonaria, literalmente. Su padre tiene millones y millones, quizás hasta más del billón. Tiene varias empresas, pero las más famosas son su cadena hotelera y sus múltiples restaurantes.

Cuando la conocí no sabía quién era, pero su carisma y humildad me llamó mucho la atención, y desde entonces, tanto ella como yo decidimos ser mejores amigas casi hermanas para siempre.
Ella me escucha, yo la escucho.
Ella llora, yo lloro.
Ella sonríe, yo sonrío.
Y viceversa.

En las buenas siempre y en las malas cada milésima de tiempo.

—¿A dónde vamos? —pregunto, desde el asiento de atrás del auto, ya que hoy no vamos solas, el chofer de Bethany es quien conduce.

Es alto, fuerte como un gorila y tiene piel morena, además, es demasiado sexy.

—Iremos a The Paradise —responde Bethany, a mi lado.

—¿The paradise?

—Así es. Es un buen restaurante.  ¿Por qué, no quieres ir? —pregunta con desánimo.

—Claro que sí, pero este vestido no es muy adecuado para ese restaurante que digamos —respondo.

Cuando Beth me dijo que íbamos a cenar, pensé que íbamos a nuestro restaurante favorito, Flower H, nunca pensé que iríamos a uno de los restaurantes más caros de toda Rusia.

En este restaurante solo van gente refinada, gente rica o influyentes en la sociedad, así que no. No estoy vestida para la ocasión.

Solo llego un vestido rojo de tiras con un corte cuadrado al frente, la espalda descubierta y unos tacones dorados con amarre al tobillo. Mi cabello desaliñado como siempre, pero esta vez un poco ondulado, y un maquillaje simple pero bonito.

—Estás perfecta, Tara. No necesitas un vestido elegante para estar jodidamente hermosa.

—Lo dice la que lleva un vestido color lila muy elegante de una marca súper cara, que ni voy a mencionar por qué aunque me lo puedo pagar, tendría que renunciar a una gran suma de dinero y ya no sería una compra, sino una inversión sin retoños.

—Basta, Tara. Yo solo me puse lo primero que encontré. Iremos ahí y ya está.

Me quedo en silencio hasta que llegamos.

El lugar es como un castillo; muros altos, candelabros finos, flores blancas, gente elegante y muchos hombres demasiado guapos y adinerados.

Camino al lado de Beth hasta la recepción y un camarero extremadamente lindo me sonríe de oreja a oreja; le devuelvo la sonrisa una vez que me ayuda a quitarme el abrigo.
Bethany se queda arreglando no sé qué con el gerente y yo me adelanto a la mesa asignada y me siento sin mirar alrededor.

𝖲𝗎 𝘴𝘦𝘨𝘶𝘯𝘥𝘢 Opción [x]Where stories live. Discover now