N U E V E✨🐰☝️

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Klainy.

Escucho risas y pequeños gritos de felicidad. Alguien toma mi mano, mi visión es borrosa.

—Ya te lo dije —soy regañada por un niño—, debes tener más cuidado o no llegarás a los quince —termina de decir y me coloca los lentes.

Lo primero que logro divisar son mis manos, una de ellas, tiene un raspón rojo que va desde la mitad de la palma hasta la esquina de la mano. No me duele. Dylan está recostado en la pared de una casa, su cabello cenizo resalta por la luz del sol.

—¿Quieres qué te cante la canción? —pregunta un pequeño Klaus. Su cabello se ve marrón y encrespado—, sana, sana, colita de rana —canta y besa mis manos.

Sus ojos se ven brillantes, verdes y oscuros.

Había olvidado lo bonito que se veía su cabello antes de que lo tinturara, para que se pareciera al mío.

—¡Dylan, encontré una rana muerta! —exclama una niña de cabello negro—, deberíamos abrirla para ver qué tiene dentro.

Klaus muestra su característica mueca de asco.

—Son tal para cual —comenta al seguir observando mis heridas—, es más, deberían casarse, sonaría bonito: Dylan y la chica pollo, ¿tú qué opinas hermanita?

El corazón se me detiene y electricidad corre por todo mi cuerpo.

La niña frunce las cejas y se pone roja hasta las orejas. Su cabello parece una cortina a sus lados y su vestido rosa, le queda bonito.

—Ella no debe opinar nada —dice Dylan rojo como un tomate—, después de todo los que nos vamos a casar somos nosotros.

¿Así que por esto, no podía llevarme bien con Dylan? no, esto tiene que ser una maldita alucinación.

Despierta, despierta, ¡despierta, maldita sea!

La visión vuelve a ponerse borrosa, pierdo los sentidos y una sensación de estar levitando, y a la vez paralizada, me atosiga.

—Klainy, soy tu hermano, veo que ya estás recobrando la consciencia —comenta una voz a lo lejos—, has estado inconciente por un día y medio.

Me siento relajada, apenas y puedo sentir las manos y el rostro, trato de abrir los ojos, pero se me dificulta.

—Klaus, Heyde, mamá y papá están afuera —añade en un suspiro—, Elowisa también estaba, pero tuvo que irse por lo de sus pasantías.

Empiezo a retomar control de mis manos y al fin puedo abrir los ojos, por supuesto que sólo llego a ver una mancha.

—Oh, aquí están —dice y me coloca los lentes—, ¿puedes verme? —asiento y trato de decir que tengo sed, pero no soy capaz de formular palabra—, ¿agua? dame un segundo.

Aún estoy algo fuera de lugar, adormilada y adolorida, no tengo idea de porque me duele el cuerpo.

—¿Retomaste algunos recuerdos? —indaga mientras acerca el vaso con agua a mis labios—, Heyde no deja de sentirse culpable por lo que sucedió.

—¿Por qué no me habían dicho nada? —indago con dificultad—, al menos decirme que no recordaba a una persona.

—A varias, querrás decir —corrige al sentarse a mi lado—, porque no sólo olvidaste a Heyde, sino también a todo su alrededor, dime, ¿sabes quién es Agatha?

Mm, debe ser un animal... Klaus una vez me dijo que así le pondría a una gata.

—¿Es una gata?

—¿Viste? no recuerdas a la hermana de Heyde —dice y yo me cruzo de brazos—, tampoco recuerdas a sus padres, su mejor amiga, su programa favorito, hasta olvidaste el hotel que fundó su hermana.

—Sí, lo que digas hermanito, mi pregunta fue: ¿por qué no me lo habían dicho?

Dylan rueda los ojos.

—No sabíamos cómo reaccionarias, por eso le pedimos a Heyde y su alrededor tratar de estar lejos de ti.

—Entiendo —digo en un suspiro—, ¿es algo grave? —pregunto y Dylan sonríe.

—Es una pequeña amnesia, provocada por una caída que tuviste cuando Heyde intentó ayudarte a caminar —informa al tomar el vaso en mis manos y beber—, pero según los informes, no es algo grave, sin embargo no debes forzarte a recordar.

Asiento, sin sonreir, aún tengo algo de dolor de cabeza.

—Dylan, ¿la razón por la qué nosotros nunca nos llevamos bien, era Heyde? —bajo la mirada y él cruza los brazos—, es que tuve... un recuerdo.

Dylan se pone feliz, incluso levanto la mirada para ver cómo sus pómulos se alzan.

—Sí, Heyde y yo, éramos muy unidos, más que todo por nuestros gustos —dice con emoción—, nos encantaban, los animes, música en otro idioma y hasta cosas asquerosas como revisar animales muertos. Definitivamente éramos almas gemelas, en amistad, por supuesto.

—¿Qué estudia, Heyde?

—Lo mismo que yo —ríe ante mi inocencia y luego suspira guardando las manos en los bolsillos de su bata—, es estudiante de medicina, en su tiempo libre es payasita del área de niños con enfermedades terminales y... creo que está en una banda, algo así.

Asiento y llevo la mano a mi cuello adolorido.

—Maldición, me duele la cabeza —informo al acomodar la espalda—, ¿podrías dejarme descansar un rato?

•°•°•°•°

Nota de autora:

Foto que hice porque es la «v», y Heyde siempre posa haciendo eso. Además es un lugar bonito y me recordó a su forma de ser (Heyde), y lo amable que es y como cuida de los demás.

En fin, espero estés pasando un lindo día/tarde/noche.

Con mucho amor: Rosie.

Entre Marzo Y Agosto✨ [TERMINADA]Where stories live. Discover now