𝐒𝐭𝐫𝐨𝐧𝐠𝐞𝐫 𝐭𝐡𝐚𝐧 𝐦𝐞【𝐓𝐡𝐨𝐫𝐧𝐮𝐭𝐞】

°𝘊𝘶𝘢𝘳𝘵𝘰 𝘊𝘳𝘦𝘤𝘪𝘦𝘯𝘵𝘦

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𝘐𝘧 𝘮𝘺 𝘮𝘢𝘯 𝘸𝘢𝘴 𝘧𝘪𝘨𝘩𝘵𝘪𝘯𝘨 𝘴𝘰𝘮𝘦 𝘶𝘯𝘩𝘰𝘭𝘺 𝘸𝘢𝘳
𝘐 𝘸𝘰𝘶𝘭𝘥 𝘣𝘦 𝘣𝘦𝘩𝘪𝘯𝘥 𝘩𝘪𝘮
𝘚𝘵𝘳𝘢𝘪𝘨𝘩𝘵, 𝘴𝘩𝘰𝘰𝘬 𝘶𝘱 𝘣𝘦𝘴𝘪𝘥𝘦 𝘩𝘪𝘮
𝘞𝘪𝘵𝘩 𝘴𝘵𝘳𝘦𝘯𝘨𝘵𝘩 𝘩𝘦 𝘥𝘪𝘥𝘯'𝘵 𝘬𝘯𝘰𝘸
𝘐𝘵'𝘴 𝘺𝘰𝘶 𝘐'𝘮 𝘧𝘪𝘨𝘩𝘵𝘪𝘯𝘨 𝘧𝘰𝘳
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─ ¿Te puedes estar quieto? Este lado ya lo he calentado yo.─ Espetó Thorfinn. Había accedido a compartir cama con el príncipe por una noche demasiado fría incluso para él, pero se estaba arrepintiendo.

─ Shhh... Tengo frío. ─ Comentó intentando aferrarse a la espalda de su amigo.

─ Los de la realeza siempre tan quejicas. Duérmete de una vez, por el amor de Odín...

Tras un suspiro pesado, el vikingo cerró los ojos y dejó que Canute le abrazase si eso conseguía callarlo. Aunque no lo quisiese admitir, se le había olvidado por completo la sensación de dormir junto a alguien sin sentirse amenazado, y parecía que no era tan malo como recordaba. Poco le costó conciliar el sueño, al contrario que noches anteriores.

Sin embargo, Canute estaba profundamente roto. Desde la muerte de Ragnar hace unos días era incapaz de alzar la vista y sonreír.
No tardó mucho en sollozar y lamentar la muerte de su verdadero padre, cosa que despertó a Thorfinn. ¿Tenía frío o solamente necesitaba un hombro en el que llorar?

─ ¿Es por Ragnar, verdad?─Dijo en un tono suave. Incluso usó su nombre en vez del apodo de "cabeza cono".

─ Déjame.─El ojiazul se dio la vuelta para no molestar el sueño de Thorfinn. Realmente no tenía ganas de hablar. Tampoco se atrevía a dormir por si soñaba con los buenos momentos que habían pasado juntos en su infancia. No podría soportarlo.

Thorfinn entendía de primera mano el dolor que abrumaba al rubio. Lo pensó unos segundos y finalmente se giró para abrazarle. Cuando él perdió a su padre desearía que alguien hubiese hecho eso para consolarlo.

─ La pérdida de un padre no se supera, pero que eso no se convierta en el centro de tus días. Pronto aprenderás a vivir con ese dolor.─Comentó Thorfinn hundiendo su nariz en los cabellos rubios del más alto. Tampoco es muy bueno con las palabras así que se quedó junto a él, descansando.

Canute se extrañó por la amabilidad del vikingo pero no lo apartó, necesitaba aquel apoyo. Aún con lágrimas y miedos, consiguió conciliar el sueño.

El primero en despertar fue Thorfinn. Nada más abrir los ojos se encontró por sorpresa con la cara del príncipe, quien había decidido darse la vuelta en mitad de la noche y hundirse en un abrazo más íntimo con él. Al mirarlo con más detalle, vio los ojos de su alteza, hinchados y rojos de llorar. Por primera vez, sintió empatía de dicho chico.

Con lentitud se reincorporó y se puso su calzado antes de salir de la tienda. Les esperaba un día duro; había escuchado a varios hombres conspirar contra su propio líder Askeladd.

Al parecer se le ha acabado la suerte.