08; funny gift

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MARATÓN 1/3

Eva

Mientras le daba la primera calada al porro que Mateo anteriormente me había armado, lo miraba atentamente armarse el suyo.

—— Que hiciste hoy? — preguntó sacando el encendedor nuevamente de su bolsillo izquierdo.

—— No mucho, una mierda de día la verdad. — dije riendo y el frunció su ceño. — mi vieja todavía no va a volver de rosario hasta que mi abuela esté mejor, desde.. bueno, ya sabés que. — hablé obvia. —— mi abu no para de andar bajón por no haberse despedido bien de él. — mis ojos empezaron a picar pero rápidamente los rasque un poco evitando el llanto. —— fui al cementerio a la mañana y estuve viendo pelis. — añadí respondiendo su pregunta.

—— Es la cuarta vez en la semana que vas. — volteó a mirarme y yo suspire hondo. —— no te hace mal? digo..  no quiero decir que no vayas, pero te desgastas emocionalmente pasando horas allí. — respondió soltando el humo que contenía.

—— Me hace mierda si te soy sincera, todavía me cuesta asimilarlo, pero se que voy a salir de esta. — solté y él paso su brazo por detrás de mi cuello para darme un corto abrazo.

—— Todo va a mejorar. — dijo y yo asentí mientras que mordía mi labio inferior para evitar que se me cayeran unas cuantas lágrimas.

—— Gracias Mateo, de verdad. — agradecí y él solo me miró con una sonrisa. — ¿Y vos? A parte de escribir que más hiciste?

—— Me dediqué desde la mañana a ver si se me ocurría alguna idea para un tema, pero nada. — vi como paso sus manos por su cara dando a entender que se encontraba frustrado.

—— La baja. — solté sin más jugando con mis manos. — No te van a retar por estar todo fumado con tu hermanito solo en casa?

—— Que decís pelotuda? — el río y yo lo ví confundida. — Mi viejo llegó hace un rato ya. — dijo y yo reí.

—— Mateo.. — volteó a verme y yo tragué en seco.

—— Decime.

—— Nos debemos una charla después de lo que paso en mi departamento — solté sin más y mis nervios aumentaron, el levantó sus cejas y yo pegue mi espalda contra la pared.

Estaba empezando a sudar frío, seguro me puse de todos los colores existentes.

—— Eh, si, no se que decirte, empezá vos. — mordí mi labio inferior y destapé la latita de cerveza que tenía a mi lado y le di un sorbo.

—— No, no, no, ya 'tas re china boluda — rodé los ojos y el me sacó la latita.

—— Sos un pete — dije y solte una débil risa. — Bueno.. te quería decir que fui una estúpida, confundí tus actitudes con algo más que una amistad, y bueno nada, quiero que sepas que todo bien con vos, que no le des pelota a esta chabona que es más inmadura que un nenito de 5 años. — solté sin más, cada palabra que decía era una nueva mentira.

Mis sentimientos por Mateo no se han borrado.

—— Que decís? No es tu culpa, va.. algunas veces nos desconocimos un poco, con miraditas y esas pelotudeces pero no pasó más que ahí, no es tu culpa nada de lo que paso, yo también fui un pelotudo al seguirte el juego, y luego me vine a hacer el confundido quedando como un boludo. — resople ante su comentario y él rascó su nuca nervioso. — El que se debe disculpar acá soy yo, así que.. disculpame— chasquee mi lengua y lo mire.

—— Ninguno tiene la culpa, fuimos dos pibitos con la hormonas al cielo que pensaban que andar en esa era divertido. — respondí y el soltó una carcajada la cual me contagió.

~。⁠☆

Me estaba retocando el maquillaje cuando me llegó un mensaje de Mateo preguntándome si ya estaba lista, yo le respondí que caía en 5.

situación: ya pasaron unos cuantos días de la última vez que me ví con Mateo, ahora es el cumpleaños de Valentín, y por motivos obvios, yo estaba invitada.

llevaba un top negro manga larga, unos jeans, que al ser demasiado grandes tuve que ajustarme con un cinturón y unos borcegos con bastante plataforma porque sin ellos parecía que medía un metro y medio.

¿Que le compré de regalo? no me tratarian de rara si les digo que tome una cajita algo pequeña y no para llenarla de caramelos, para llenarla de preservativos.

Regalo troll, ponele.

la vergüenza que pase cuando los tuve que pagar me va a perseguir de por vida, y más que nada por la vieja chota que me preguntó porque tantos.

Nadie queria por ahora un mini wosito corriendo por todos lados, aunque sabemos que lo único que se coje a valen es la vida.

Fuera de joda, le regalé unas zapas re chetas que me había dicho que se quería comprar.

Mateo me avisó que ya había llegado asi que agarré lo que iba a llevar y salí del departamento.

Ahí ví el auto de Mateo estacionado, asi que abrí la puerta de copiloto y ahí lo vi, estaba viendo instagram.

—— Hola, como andás? — saludó dejando un beso en mi cachete.

—— Ahí andamos, vos? — pregunté al verlo tan sonriente.

A este le pico algo.

—— Todo bien la verdad, que le vas a  regalar al pelotudo? — preguntó al verme con dos cajas y yo solté una carcajada.

—— Cuando le toque abrirlos verás. — dije y él rodo los ojos.

𝙈𝙊𝙍𝙊𝘾𝙃𝙊; truenoWhere stories live. Discover now