ᰔCap 4ᰔ

271 23 2
                                    

Pov Muichiro

Estoy enamorado, ella es una diosa de cabello rojo, ojos como rubies y la sonrisa más brillante que he visto

Aun recuerdo la primera vez que la vi, fue hace más de dos semanas, era de mañana y yo estaba tirado en mi cama cuando mamá me llamó

– Muichiro, cariño, ¿Puedes ir a comprar algo de pan? –

– ¿Por que no se lo pides a Yuichiro? – le respondí cansado

– Él esta ocupado. ~Por favor~ – me mostro la misma cara que le muestra a papá cuando quiere algo

– Esta bien... – acsedi sin nada de emoción

– ¡Muchas gracias, cariño! También compra algo para ti y tu hermano – me dio el dinero para comprar el pan con una gran sonrisa

Me dirigí a la panadería de mala gana, ya iban a empezar las clases y quería aprovechar el tiempo para dormir lo más que pueda

Cuando llegue mire de reojo el letrero de la panadería que era algo llamativo “Panadería Kamado”. Al entrar vi que el lugar estaba casi lleno, tome una bandeja y una pinza para agarrar lo que me pidió mamá, elegí pan y dos rollos

Me quedé esperando en la fila para la caja registradora que era algo larga. Podia escuchar como la mujer delante de mí charlaba felizmente con la chica de la caja

(Dejen de hablar, esta fila es larga) – pense algo molesto mirando a la mujer de espaldas

Cuando por fin llegó mi turno me quedé mirando abajo

– Siguiente – escucha una armoniosa voz – ¿Esto es todo lo que va a querer? –

– Si, es- – cuando levante la vista me encontré con los ojos más hermosos y brillantes que alguna vez haya visto

La linda chica delante mio me miro con una dulce sonrisa, yo solo me quedé hipnotizado con su belleza

– ¿Esto es todo lo que vas a querer? – escuche como me seguía hablando pero yo seguía hipnotizado – Oye, ¿Estas bien? –

– Amm... ¡Si! – por fin desperté – S-si e-esto es todo – respondí nervioso, podía sentir como mi cara se ponía roja

La linda pelirroja soltó una carcajada lo que me puso más nervioso

– Esta bien, serían ¥1,500 yenes –

– A-aquí tienes – le entregue el dinero con un poco de vergüenza

– Bien, ¡Muchas gracias por elegir nuestra panadería! ¡Por favor, vuelva pronto! – me volvió a mostrar esa brillante sonrisa

Me fui del local con el rostro rojo, esa hermosa chica me dejó maravillado. Cuando llegue a casa le entregue el pan a mi madre y fui a mi habitación para entregarle su royo de canela a Yuichiro

–  Llegaste, ¿Me trajiste algo? – me pregunto Yuichiro acostado en la cama leyendo un libro cuando me vio entrar

Simplemente le entregue su postre y me tire en mi cama

– Yuichiro... –

– ¿Hmm? – me pregunto sin dejar de mirar el libro

– Creo... que estoy enamorado –

– ... ¿¡Que!? –


 ¿¡Que!? –

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


Pov Nezuo

Estaba prestando atención a la clase, pero había uno de mis compañeros que me llamaba la atención

Notaba que a un par de asientos delante mio había un chico acostado en su mesa, lo que me llamó la atención era su pelo negro con puntas mentas que era exactamente igual al del idiota que viene todos los días a ver a mi hermana

Decidí dejarlo para después y seguí prestando atención a la maestra

Tan pronto como sonó el timbre me levante de mi asiento y me dirigí al chico desconocido, cuando lo vi más de cerca no había duda, era el chico que iba a la panadería

– Oye – él se giró a mirarme aún tirado en su mesa – ¿No me recuerdas? –

– ... – se quedó mirándome por unos segundos – No... – volvió a ponerse boca abajo

– ¿Que? Pero si nos vimos recién ayer – esa respuesta me hizo enojar un poco

Estaba a punto de tocarlo para volver a llamar su atención cuando de repente alguien me detuvo sujetando mi brazo. Cuando vi quien era me sorprendió ver a un chico exactamente idéntico a mi compañero

– ¿Que le estas haciendo a mi hermano? – me pregunto enojado

– Yo... yo solo quería saber si el estuvo en mi trabajo ayer pero tal vez fuiste tú –

– Nunca te he visto en mi vida – soltó mi brazo bruscamente, su respuesta sonó más convincente que la de su hermano

– Entonces debió ser él – voltee a mirar al chico acostado en su asiento

– Ya te dije que no –

– Entonces, ¿No estuviste ayer en la Panadería Kamado? – mi pregunta al parecer si llamo su atención haciendo que levante la cabeza

– ¿Tu trabajas en esa panadería? – me pregunto algo sorprendido

– Si y me parece que estas acosando a mi hermana – mi comentario pareció sorprender a su hermano

– ¿Tu hermana se llama Sumiko? –

– Si y tú la acosas – volví a repetir molesto

– ¡Oye! Espera, ¿Por que acusas a mi hermano de acosar a esa tal Sumiko? – el otro chico enojon se puso entre su hermano y yo, si que era más atrevido que el otro

– Porque viene todos los dias, pide lo mismo siempre y se queda mirando a “esa tal Sumiko” como un idiota – remarque enojado, me irritaba que se refiriera así a Sumiko

Su expresión paso de enojo a una leve preocupación

– Okey, eso si suena como Muichiro – volteo a ver a su hermano, el cual ahora se llama Muichiro, un poco molesto – ¿Tienes algo que decir? –

– Yo no la acoso... – miro hacia otro lado estoico

– Entonces si la conoces – le reclame

– Aun así no te conozco – tuvo el descaro de decir que no me conocía

– Lo siento, mi hermano tiene una pésima memoria –

– Ah, eso lo explica – ahora si tenía sentido, es un tonto narcoleptico – ¿Pero aún así recuerdas a mi hermana? – le pregunte con una ceja levantada

– Eso es porque ella es demasiado hermosa para olvidarla –

Estoy a punto de golpear a este idiota, si, Sumiko es muy hermosa, pero no puedo dejar que un completo desconocido que la acosa lo diga así nada más

– Bien... – pude sentir como una vena salta de mi frente mientras le sonrió y trueno mis nudillos – ¿Algo para decir para evitar que te golpee? –

– Ah si, creo que estoy enamorado de tu hermana – soltó sin más

– ... –

– ... – yo y su hermano nos quedamos callados – ¡¿Que?! –

_____________________________________
1018 palabras

Espero que disfrutes el capítulo, esta vez pública más rápido para compensar la última tardanza

 𝙻𝚘𝚜 𝚙𝚛𝚎𝚝𝚎𝚗𝚜𝚒𝚎𝚗𝚝𝚎𝚜 𝚍𝚎 𝚖𝚒 𝚑𝚎𝚛𝚖𝚊𝚗𝚊 Where stories live. Discover now