One Of The Drunks [Avocato X Nightfall] one-shot

parte única

  

Avocato era, -usualmente- un tipo bastante seco. Cualquier persona que no sea su hijo muy, muy difícilmente podría decir que lo había visto cariñoso, amoroso o demostrando afecto a algún ser vivo. 

    Pero también era, normalmente, un tipo bastante sobrio. Y su abstinencia tenía un motivo: ahí era cuando su filtro de comandante-respetable-maestro-de-la-muerte-merecenario-impasible se bajaba por completo, cosa que, de estar sobrio, solo hacía cuando estaba con Pequeño Cato, o Gary. 

   Para desgracia, o conveniencia suya, ese pequeño detalle no era la primera cosa que recordó cuando lo resucitaron en el crimson light, y pasó más de unos días con sus recuerdos y personalidad a medias mientras fragmentos y traumas de su pasado regresaban lentamente a su corteza cerebral. 

   Avocato llevaba cinco días a bordo, y el tiempo que no pasaba solo intentando recordar, lo pasaba de curioso por los pasillos de la nave. Esa tarde, cuando salió de su cuarto, había demasiado silencio, tanto que era extraño. Claro, Clarence se había llevado al tryvuliano y a la chica de un ojo de compras al planeta cercano, y Pequeño Cato estaba probablemente en el salón de bolos, pero ¿donde estaban los demás?

Entró a la cocina, pero solo encontró a Nightfall. La mujer estaba en absoluto silencio, y a juzgar por las botellas y el vaso, probablemente había estado bebiendo desde hacía un buen rato. 

toc toc - dijo en voz alta, sin entrar aún. 

- hey.

- ¿interrumpo? 

- no es como si estuviera haciendo algo - Nightfall echó un vistazo al vaso y a la botella, luego a Avocato. - ¿tomas?

- Ni idea. Pero no va matarme, supongo. - Avocato estiró otra silla de la mesa, y fue a sentarse junto a ella al lado de la mesada. - ¿tiene Clarence algo decente en su bodega?

- ¿ese enano tacaño? - Nightfall dejo salir una risa seca. - lo único que no era cerveza barata o alcohol de tercera eran estas botellas de vino. - le dio un golpecito a una con el dedo; aún estaba llena. - probablemente las iba a vender, pero honestamente, me importa una mierda. 

- finalmente, alguien con sentido común en esta nave. - Avocato sonrió mientras tomaba el vaso y se servía de la botella que ya estaba abierta. - me agradas.

Tres botellas compartidas después, ya los dos habían olvidado porqué estaban bebiendo, y ya ni parecía relevante. 

- ...bueno, ni que decir, honestamente. Ni siquiera recuerdo haber estado con una mujer antes. 

Nightfall dejó de balancearse en su silla, y lo miró con mofa. 

- creí que eras gay

- no soy gay. O bueno, no lo sé. Ustedes los humanos tienen costumbres raras. hombres, mujeres.. si alguien me gusta me lo llevo, baby. Con quién he estado ni idea, pero no creo batearle a un solo lado, no hay diversión en eso. 

- interesante. - Nightfall se acercó a él, apoyando su mano peligrosamente cerca de su nuca. Avocato podía sentir su aliento a alcohol en su mejilla, y su voz susurrada le provocó un cosquilleo en todo su cuerpo que no podía ser de otra cosa que placer. - ¿quieres probar si aún tienes el toque?

Lejos de pensar en negarlo siquiera, Avocato no tardó en devolver el golpe

- ¿y lo tienes aún tú? no juegues algo que no puedes ganar, preciosa...

el ventrexiano la tenía de frente ahora, su mano sosteniendo la barbilla de ella. Un beso que no había forma de que termine solo en eso, el agridulce sabor del vino mezclándose entre sus alientos. Se separaron por un momento y Avocato se sintió perderse en los fieros ojos de ella, mirándolo como si fuera a devorarlo. 

- pruébame

Sus labios estaban a punto de tocarse de vuelta, cuando un escándalo de pasos en el pasillo los sacó del trance abruptamente. 

- todos, Clarence acaba de, de nuevo, hacer enojar a medio mercado después de intentar estafarlos -la voz monótona de AVA retumbó por la nave, mientras un "TENIAS QUÉ, CLARENCE!?" de Gary se sumaba al caos en la distancia-  preparando motores para teletransportarnos lejos de aquí, antes de que vuelvan a patearles el trasero. 

Avocato y Nightfall se separaron apresuradamente, corriendo cada uno a sus puestos antes de que alguien más pudiera descubrirlos. 

[...]

Luego de escapar, discutir y casi arrojar de nuevo a Clarence por la borda, las cosas en la nave volvieron a estar calmas, pero la oportunidad ya parecía perdida. Pasado el efecto del alcohol, Avocato tenía ganas de ir a esconderse bajo una piedra y no volver a salir. ¿como siquiera podía explicar lo que había pasado? no le gustaba Nightfall, era atractiva y él la consideraba genial, pero apenas se conocían. a ella no le gustaba él, no necesitaba ser muy listo para saber  que ella ni superaba aún a su ex muerto, que justo daba la casualidad, era Gary de otra dimensión. 

Pero mirando el techo oscuro de su cuarto, una parte de el le decía que no importaba. Nada de eso importaba, mierda. ¿porqué darle tanta vuelta al asunto? Esto no era un romance estúpido de adolescentes, y al cabo, probablemente todos iban a morir intentando abrir el Final Space, así que aprovechar no era malo.  

- al carajo con todo - gruñó, levantándose de golpe. - no tengo paciencia para sobrepensar las cosas. Voy a preguntarle que demonios quiere, y si quiere cojer, se lo daré tan fuerte que la que perderá la memoria será ella y no yo. 

No había dado ni dos pasos para salir de su recámara cuando oyó que llamaban a su puerta, y sin esperar respuesta, esta se abrió, dejando ver a Nightfall. No parecía haber perdido nada de su entusiasmo de horas antes; si algo, parecia incluso más determinada. Avocato decidió tomarlo como una buena señal. 

— entonces... ¿vamos a hablar de lo que pasó hace rato, o vamos a terminarlo primero y hablarlo después? 

Nightfall rió y cerró la distancia entre ambos. El ventrexiano no tuvo tiempo de protestar cuando sintió como le rodeaba la cintura con sus brazos; tampoco quería hacerlo. 

— ¿personalmente? el orden no me importa. Pero ya que estamos aquí y el resto está ocupado lejos de aquí, yo iría por lo segundo primero. 

  Nightfall retrocedió hasta que sus piernas golpearon el borde de la cama.  Avocato fue el primero en iniciar el beso esta vez; deslizó sus manos contra su espalda, subiendo lentamente hasta enredarse en el pelo de la morena. Nightfall sonrió contra sus labios por un segundo, antes de corresponder con fiereza el beso y empujarlo hacia atrás, ambos cayendo pesadamente sobre la cama. 

Cielo o infierno, Avocato no esperaba nada menos.