11. V, V & B

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VANESSA BOSCH

Te besaré tan fuerte que probaré el sabor de tus pecados, te abrazaré tan firme que sentirás el arder de mis demonios.

—Anónimo.

Conquistar el corazón de los chicos nunca ha representado un problema para mí. Solo basta con que chasquee mis dedos para tenerlos a todo el que quiera bajo mi mando. A diferencia de Bridget, que, evidentemente, necesitaba buscar a los ex de sus amigas para mostrarle los senos con un sostén rojo que seguramente era de Dior.

Mi vestido cubría lo mínimo de mi cuerpo, solo mi ropa interior, y mis senos, lo demás se reducía en tiras que se conectaban de un lado a otro, sin verse vulgar. Acompañada de una gabardina negra, y unos tacones de punta alta, rojos. El sonido de mis pasos resonando por el pasillo de la mansión eran opacados por la estruendosa música llegando a oídos de todo el mundo. Violet a mi lado, y Bridget al otro. Las tres bajando las escaleras juntas, aunque quería que Bridget estuviera delante de mí para darle una pequeña ayudita al universo y hacerla caer.

Mientras más se lastimara mejor.

Pero la muy perra se mantuvo a mi lado, como si hace pocas horas atrás no le hubiera mandado a mi exnovio una foto de sus senos casi al descubiertos y haciendo poses que claramente le añaden volumen. Algunos me observaban mientras bajaba, mientras otros se tocaban en las esquinas de las paredes, otros se besaban en los sofás.

Todo un caos.

El aire olía a sustancias ilícitas que tampoco me importaba reconocer demasiado. Cruzamos el umbral que nos separaba del salón, hasta el patio trasero de la mansión. Solo los locos entraban en la piscina, pues el ambiente era frio, y no quería ni imaginar como estaría el agua.

—¡V, V y B! —exclamó una de chica corriendo hacía nosotros. Una vez que quedó frente a nosotros, sonrió —. Las estábamos buscando. Vamos a jugar.

Siquiera nos dio la opción de si queríamos participar o no, solo se dio la vuelta y siguió caminando donde, suponía, era el juego. Las tres nos dirigimos hacía su misma dirección. Desgraciadamente Nate estaba ahí, pero tampoco fue un inconveniente para que me sentara cuatro personas después de él, cerrando el circulo. Violet se sentó a un lado, y Bridget quedando frente a mí, el universo se alineó con marte para que ella quedara al lado de Nate. Sin embargo, su conquista era un fracaso, mi exnovio solo estaba con la boca entre abierta, observando las tiras que unían el vestido, y lo bien que me quedaba.

Ya quisiera Bridget ser yo.

—Ya saben como jugar esta mierda. A quien apunte la botella debe hacer lo que la persona contraría le rete. ¿Entendieron? No me importa. No sean cobardes —comentó Hannah, una cualquiera.

Se sentó en su lugar, antes de hacer girar la botella. Violet era quien a quien le tocaba retar a el chico al lado mío, Harvey, el nuevo. En cuanto lo observé, el me imitó antes de sonreír.

—Te reto a que... nos digas a quien besarías de ese circulo si tuvieras la oportunidad —se rió un poco antes de coger un vaso rojo y darle un sorbo.

Creo que ese vaso no era suyo.

Harvey rio un poco, haciendo notar sus hoyuelos.

—Bosch —confesó sin temor.

Nate volteó los ojos mientras negaba ligeramente con la cabeza. Aun no superaba que su joya más preciada tenía una interminable lista de pretendientes.

Hannah volvió a girar la botella. Le tocó a ella misma con otro chico. Siquiera le presté atención a que le retaron, mantuve mis ojos todo el tiempo en la zorra de Bridget. ¿Cómo era posible que ella tuviera el descaro de mandarle una foto así a Nate? Quiero decir, me importaba poco si se estaban comiendo en secreto, pero ella era mi "mejor amiga" y él mi exnovio. Por moral ninguno de los dos debería estar con el otro.

Eres Mía, Vanessa [2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora