| 𝖠𝗆𝗈𝗋𝖾𝗌 𝖣𝗈𝗋𝖺𝖽𝗈𝗌 | 𝖳𝗈𝗆 𝖪𝖺𝗎𝗅𝗂𝗍𝗓

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Las horas pasaban y habíamos solo hecho una toma del vídeo en la cual se trataba de que yo corriera enfrente de la pantalla verde y el aire me pegaba en el rostro junto la arena para aparentar el desierto.

-Son las 7 con 40 chicos, una hora más y quizá sale otra toma -dijo Isa acercándose a Bill mientras una estilista arreglaba su cabello.

-¿Estás bien Anni? -dijo mi madre mientras acomodaba mi vestido.

-Estoy muy cansada, y tengo hambre -hice un puchero.

Al final del día pasaron 3 horas más y se hicieron solamente dos tomas.
Me encontraba en el departamento acostada en el sofá mientras veía algunos conjuntos de ropa para bebe en tonos beige.

-Para la siguiente semana, cumples dos meses de embarazo ¿No es emocionante? -dijo Eli emocionada.

-Estoy exhausta, y con esto del vídeo tengo que ir a vomitar a escondidas odio las nauseas -dije triste.

-Escuché a una de las amigas de mi madre decir que los malestares solo duran hasta el cuarto mes, así que tu puedes con dos meses más -liz se unió a la conversación.

-Eh pensado en decirle a Tom. Creo que nuestra relación ha mejorado -dije decidida.

-¿En serio? Sería perfecto, Anni estoy muy contenta -dijo Liz haciendo puchero.

-Ya que terminen las grabaciones y todo, para que no se sienta tan presionado -alce mis hombros sonriendo.

-Serán una familia hermosa -escuché a Doris bajando.

-Hablando de familia... Vi que Gustav y tú han dado el siguiente paso en la relación eh -dijo Eli cruzando sus brazos.

-¿Gustav? Si... hoy por la mañana mientras desayunabamos, planeé decirles pero todas últimamente están ausentes -dijo con tristeza.

-Qué gusto Doris. Aunque quisiera que Georg hiciera lo mismo ya... me sorprende mucho que las fans te amen y a Anni quieran funarla cada que respira -dijo Liz algo molesta.

-Bueno creo que aunque duela admitirlo Bill y Tom siempre serán el centro de atención, Gustav pasa desapercibido pero si, sus fans son muy tiernas -sonrió mientras acariciaba mi cabello.

-Eli y yo siempre estamos en la cuerda floja desde que los gemelos decidieron poner los ojos encima de nosotras -miré a Eli y ella asintió.

-Es una locura. Amaría que me hicieran edits románticos como los de Liz y Georg, o Gustav y Doris -dijo triste.

-Dios tiene a sus favoritas -respondió Mika desde la cocina.

-Quiero ir de compras... ¿Podríamos salir como antes de que los chicos aparecieran? -dije sonriente.

-Antes del Hackeo de WhatsApp -mika sonrió y se acercó a nosotras.

-Vamos antes de que se haga tarde -dijo Doris corriendo hasta la entrada.

Apagué el computador y me puse de pie, tomando por último mi bolso y un abrigo.
Al bajar miles de flashes me hicieron cegar.

-Anni ¿Es cierto que Tom y tú están saliendo?

-Doris, escuchamos que Gustav hoy te ha propuesto ser su novia.

-Chicas ¿Qué se siente ser famosas por ellos?

-Mika eres la soltera del grupo ¿Cómo te sientes con eso?

Las personas nos empujaban y escuchaba como Mika gritaba mi nombre, trate de proteger mi panza para evitar que me golpearan, sentí que alguien me tomaba del brazo y me guiaba, al entrar al auto los flashes seguian afuera.

-Son unos pesados idiotas -dijo Liz molesta.

Todas habíamos subido a su camioneta, y empezó a conducir sin importar que algunos paparazzis estuvieran en nuestro camino.

-Rompieron mis gafas -dijo Doris triste.

-Me maree con las luces -dije sin ánimos.

-El precio de la fama -dijo Eli seriamente mirando hasta la ventana.

Ninguna dijo otra palabra. Suspire tratando de tranquilizarme, sinceramente no terminaría de acostumbrarme... extrañaba más mi vida cuando podía salir a caminar por horas y nadie me agredia o se burlaba de mi.