RETO AL DESTINO [Fred W.]

Capítulo 3

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Ｃａｐíｔｕｌｏ   3
ᴅᴏɴᴅᴇ ᴇʟʟᴏꜱ ʜᴀʙʟᴀɴ
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─ ¿Unas qué? ─ Preguntó Katie dejando de lado su cerveza de mantequilla. 

Tal y como prometió, Katie, al ver el ambiente tenzo entre Fred y yo, propuso que fuéramos todos a festejar mi regreso en las Tres Escobas. Incluso Magna, mi amiga de la infancia, se había incluido en el plan y no dejaba de hacer preguntas sobre Beauxbatons. Solo faltaba George, quien se escabulló diciendo que tenía una cita con "una hermosa prefecta". 

─ Ninfas de madera. ─ Repetí. ─ Están en el comedor y cantan hermosas baladas durante las cenas. 

─ Wow, eso suena tan elegante. ─ Dijo Magna. ─ Debe ser hermoso. 

─ Ese palacio podrá ser muy elegante y pomposo... ─ Comentó Lee Jordan. ─ Pero nada le gana al encanto rústico de Hogwarts. 

─ En eso tienes razón. ─ Sonreí muy a favor de sus palabras. No hay lugar, como el hogar. 

─ Ya en serio ¿Qué comiste allá para volverte más linda? ─ Preguntó haciendome reír, según él, yo me veía mejor que la última vez que me vio. ─No me mires así, Fred, solo tengo curiosidad. 

Giré hacia Fred, y en efecto, estaba viendo a Lee con cara de pocos amigos. 

─ No sé por qué te pones celoso...─ Dijo Lee encogiendose de hombros con una sonrisa burlona. ─ Si no le has dirijido la palabra en todo este rato. Ya te dije antes, que a este paso, alguien te la robará. 

─ Eso no pasará. Aunque este molesto con ella, sigue siendo mi novia.  ─ Mi corazón se aceleró, él seguía considerandome como tal. 

─Ya deja de molestarlos, Lee.  ─Dijo Magna poniéndose de pie. ─ Y vamonos, prometiste comprarme todos los dulces que quiera si ganaba la apuesta. 

─¿Qué apostaron? ─ Pregunté mirandola con sospecha ¿Y desde cuando esos dos se llevan tan bien? Magna sólo sonrió y me guiñó un ojo, luego se alejó junto con Lee. Katie también se despidió y se marchó con Saori. 

Miré a Fred dudosa. Ahora que estábamos solos, era la oportunidad perfecta, pero él parecía estar aún de mal humor. 

─ ¿Quieres ir a Zonko? Tal vez encontremos a George. 

─ No está ahí. Desde que sale con esa chica, le gustan esconderse en algún rincón de Hogwarts. ─ Una parte de mi, tenía muchas ganas de pedirle más detalles, pero teníamos cosas más importantes de la que hablar. 

─ Entonces ¿Podemos ir a un lugar más tranquilo? ─ Ofrecí inquieta, no quería tener esta charla en este lugar. 

Fred asintió, se puso de pie y caminamos por la calles a unos pasos de distancia. Normalmente él tomaría mi mano y caminaría a mi lado, en lugar de seguir mi espalda, pero supongo que la declaración pública de que soy su novia no quiere decir que todo volverá a la normalidad de inmediato. 

─ ¿Aquí está bien? ─ Preguntó cuando llegamos al pequeño parque con vista a la casa de los gritos. Asentí, aunque era evidente que él no se percató del gesto.

─ Ok. ─Aspiré y exalé aire. ─ Fred... ¿Puedes... Puedes mirarme a los ojos?─ Un poco a regañadientes, accedió a mirarme con sus hermosos ojos marrones. ─ Bien. ¿Te molestaría si te doy un abrazo?

─ ¿Qué? ─ Preguntó confundido. Cuando lo miré apenada, él mismo me atrajo hacia su pecho y me envolvió entre sus brazos. Rodee su cuello y aspiré su familiar aroma que extrañé más que nada en el mundo.

─ Fred... ─ Pronuncié su nombre, porque en este momento es que me di cuenta de que esto no era un lindo sueño, era real, este era él en carne y hueso.─ ¡Lo siento tanto! Yo... Intenté escribirte muchas veces, pero tenía tanto miedo de que terminaras conmigo¿Por qué no me contestaste la primera vez?

─ Lo siento mucho, Didy. Estaba muy molesto, así que planeaba ir a buscarte cuando pensara bien las cosas. Pero cuando te fuiste a Beauxbatons, temí que tú me dejaras.

Era un poco irónico pensar que siempre odié ese apodo, y ahora estaba tan feliz de oírlo llamarme así.

─ ¿Cómo podría yo dejarte a ti? ─ Me alejé incrédula para verlo a los ojos.

─ Tienes razón ¿Dónde vas a encontrar a alguien como yo?

─ No lo sé ¿Crees que George va en serio con esa misteriosa prefecta?

─¡Oye! ─ Exclamó riendo. ─ No me parece que bromees con eso. Ya tienes al gemelo guapo ¿Qué más quieres?

─ Tienes razón. ─ Respondi sonriendo y le di un beso en la mejilla. ─No deseo nada más. 

─ Bien dicho. ─Murmuró sonriendo con nuestras narices rozandose. Me besó los labios suavemente, con tanta lentitud y delicadeza que mis rodillas comenzaron a fallar. Se alejó sonriente, esa sonrisa que debería estar siempre en su cara. ─ Pero voy a seguir molesto por un tiempo. 

─ Me parece justo. ─ Respondi aún embobada. 

─ Por cierto... 

─ ¿Qué? 

─ Aunque me hizo enojar que lo dijiera primero, Lee tiene razón. Te ves más hermosa que nunca. ─ El calor subió a mi rostro en cuanto dijo aquello. ─No reaccionaste así cuando otros lo dijeron. 

─ Es diferente si se trata de ti. ─ Sé que le gusto, pero Fred no era del tipo de halagador, así que oírlo decir aquello me hacía sentir extraña. ─ Gracias, supongo. 

─ No, gracias a ti. ─ Dijo burlón. ─ Por cierto... ─ Repitió con el mismo tono que antes, acercándose a mi oído como para decir un secreto. ─ Me encanta el vestido, tu trasero se ve fantástico. 

─ ¡No volveré a usarlo nunca! ─ Exclamé apenada tapando mi rostro con ambas manos. 

─ ¡Lo siento, lo siento! ─ Fred se reía mientras apartaba mi manos y le daba un beso en el dorso a cada una. Cuando vi su rostro, tenía la sonrisa más tierna cuando acarició mis mejillas con dulzura y dijo. ─ Te amo, Diana Flint. 

─ Aunque creo que eres exasperante... ─ Dije abrazándolo por el cuello. ─Yo también te amo, Fred Weasley. 

Nos quedamos un buen rato así, abrazados, sonriéndonos, besándonos, susurrando dulces palabras. Entonces me pareció oír a alguien decir "¡awww, el amor!", por supuesto, había olvidado que muy cerca de aquí estaba el mirador de la casa de los gritos donde siempre había algún alumno curioso de tercer año. Mi rostro debe haberse puesto más rojo que nunca porque, al notarlo, Fred me preguntó.

─ ¿Vamos a Zonko? Quedé con ver a George allí, antes de ir a cabeza de puerco. 

─ Sí. Vamos. 

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12 / 07 / 23
A

ah, el amor...