Capítulo 9

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Despues de dejar el salón de la Señorita Thornhill, Yoko, Divina y Enid fueron a la enfermería donde les dieron un poco de agua con azúcar para calmar los nervios. De hecho, era tan dulce, que Enid pensó que si tomaba un poco más, comenzaría a alucinar con arcos iris y unicornios. La enfermera de la escuela, que Enid había tratado de ignorar, les dijo que el agua con azúcar era para salir de ese estado de shock y les había dicho que debían sentarse por unos minutos para retomar la compostura. Enid resopló con desdén ante el comentario, la idea de recuperar la compustura era imposible sabiendo que Merlina estaba en el hospital. Una vez que terminaron de beber el agua que seguramente les provocaría diabetes, la enfermera les dio pases a cada una para que pudieran entrar a clases. Las tres chicas se fueron a toda prisa, ansiosas por escapar de la enfermería y hablar de sus planes secretos.

Estaban solas en el pasillo, inquietantemente tranquilo, las chicas se dirigieron a uno de los baños más cercanos. Yoko comprobo que no había nadie en el mirando por abajo de las puertas, mientras que Enid se apoyó sobre la puerta principal para que nadie entrara y escuchara sus planes.

"Iré al hospital" dijo Enid "No me importa que sea la primera vez que hago esto. Necesito saber si Merlina está bien."

"¿Qué pasa si nos atrapan?" preguntó Divina con nerviosismo.

"¿A quién le importa si nos atrapan?" replicó Enid "Yo no sé lo que piensas Divina, pero ver a Merlina así me asustó más que la mierda. Yo no seré capaz de concentrarme el resto de las clases después de verla así."

"Yo tampoco" coincidió Eugene, tenía los ojos aún hinchados y enrojecidos por las lágrimas que había derramado al ver a su mejor amiga convulsionando. "No pueden esperar que nos quedemos aquí y fingamos que no ha pasado nada."

"Exactamente" dijo Enid "Así que iré" hizo una pausa para mirar a Eugene, "Asumo que irás conmigo también ¿verdad?"

"Por supuesto" respondió Eugene "No hay nada en este mundo que pueda mantenerme aquí mientras ella está en el hospital."

"¿Divina?" Enid miró a la chica más baja.

Divina parecía estar indecisa, pero aún así dio una respuesta rápida. "Al diablo con todo" dijo asintiendo con la cabeza "Vamos a salir de aquí."

"Yo conduciré" dijo Enid mientras salía cuidadosamente del baño.

Con mucho cuidado, las tres caminaron a través del pasillo, cada una de ellas estaba en estado de alerta para que nadie las atrapara. Enid sintió que su corazón se detuvo, por el nerviosismo ante su rebeldía, pero sobre todo por lo que iba a saber cuando llegara al hospital.

Después de un rato, las chicas lograron salir de la escuela, camino al estacionamiento, el sonido de las ojas crujian ante sus pisadas y una brisa suave las envolvía.

"¿Qué haremos con Yoko?" preguntó Divina cuando llegaron al auto de Enid.

"Ella está en clase en este momento" dijo Enid razonablemente mientras se sentaba en el asiento del conductor. "No hay mucho que podamos hacer."

Enid encendió el auto mientras Divina y Eugene se ponían los cinturones de seguridad.

"Le mandaré un mensaje diciéndole lo que pasó" dijo Divina "La llamaremos durante la hora del almuerzo."

Enid puso en marcha el auto cuando Divina sacó el celular de su bolsillo. Ella salió del estacionamiento y momentos más tarde ya estaban camino al hospital que había dicho la Señorita Thornhill cuando llamó a la mamá de Merlina.

"Esperen un momento" comentó Enid, mirando por el espejo retrovisor a Eugene que estaba totalmente inmóvil "¿Quieres hablar de lo que pasó?" Eugene le devolvió la mirada a Enid y sonrió agradecida.

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⏰ Última actualización: Aug 04, 2023 ⏰

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