3. ¿Arcoiris?

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No es que le apene Hyunjin, mucho menos él mismo. Talvez lo compadezca por el horror que cometió ese hilo, cualquiera es merecedor de un amor recíproco, y cualquiera daría todo por que este sea correspondido, pero ¿él?.

Debe ser horrible ser mi otra mitad, entiendo que piense que soy una calamidad del destino, que renuncie a mi.
¿Y si le ahorro el mal sabor de boca?”

La locura suele perseguir a los demonios, en cuanto esta se apodera de Minho, la idea de cortarse el dedo en donde esta el hilo lo consume por completo. En busca de una herramiento filosa, merodea por los senderos para encontrar lo que sea que le extirpe el meñique y solucionar el problema.

Pero solo hay cuevas rocosas, y piedras tiradas en el camino.

Minho toma una piedra algo puntiaguda, comienza agrediendo su mano, golpea esta contra la piedra desde arriba con la mano contraria, la lastima, sin importar que esta esté sangrando, aunque se rompa los huesos, por más que duela, no piensa parar hasta arrancar su mano o dejarla muerta.

— ¿Qué estupidez crees que haces? — un castaño se acerca a detenerlo por detrás, toma su mano e intenta detenerlo de su auto-lesión — ¡Para ya!

— No te metas Seungmin, son mis asuntos — trata de seguir pero le quitan la piedra de la mano derecha, y la lanzan a un lugar más alejado que no ve muy bien por las tinieblas.

— Necesitan tus manos para la cosecha, no hagas tonterias, el principe ya agotó sus manzanas, ve por más — Seungmin lo empuja, y le da uno de sus mantos para detener el sangrado del azabache cubriendo su mano izquierda — Vamos deja de atormentarte, continúa con lo tuyo, no dejes que nada te afecte.

"Irónico"

— ya …

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Los ángeles no tienen esa costumbre de pelearse con la gente, al ser muy buenos con todos. Hyunjin tiene un ligero remordimiento dentro suyo que es como una aguja que le pincha y lo incita a hacer las pases con Minho puesto a que él no desea odiar a nadie, solo amor y paz, pacificidad con sus enemigos y sobre todo comprensión.

No es su culpa estar atado a tí, no lo odies por eso”

“Pobre Minho”

El azabache olvidó su libro, lo dejó aquí arriba, cuando se fue, Hyunjin lo había recogido para guardarlo, y verlo, ¿Qué podía tener un libro de interesante para un demonio?

Cuando el rubio vió el libro y lo abrió, este estaba titulado por un  “Más allá de la muerte”, solo habían imágenes de lugares que se supone, eran del paraiso. A ese demonio le encantaban esos temas, y lo notó desde el primer día. Una de las páginas estaba rota por el incidente.

Tendría que tener cuidado, y no volver a verlo, pero quería pedir perdón porque lo que dijo, no era la forma de decirle lo que pensaba, existían otras formas de expresarse.  El hilo apretó su dedo abruptamente.

Y de nuevo, de forma inconsciente, estaba bajando por esas tenues escaleras macabras hacia el infierno leve, el menos acalorado. No podía darse el lujo de rechazar a Minho así sin más, era lo poco que tenía, el granito de arena que el destino le dió para cuidar y acompañar por el resto de los tiempos,  aunque jamás puedan amarse por sus condiciones y sentimientos unilaterales en común, podían llevarse bien.

UN ÁNGEL Y UN DEMONIO Where stories live. Discover now