9.

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Era el día. Peter había preparado una cena para su futuro novio, el estaba dispuesto a ser el que fuera a dar el primer paso. En verdad quería que Miguel estuviera en su vida futura.

Aunque sabía a lo que se enfrentaba, pues probablemente su relación podría ser odiada, muchos odiaban a Miguel por su gran carácter. ¿Quién podría andar con el? Claro, Peter lo haría. Miguel se mostraba tan diferente ante Peter, era alguien delicado, aunque claro, en un inicio también tenía aquel carácter pero con el tiempo se convirtió en alguien más. Probablemente esa era su verdadera personalidad, todos sabían por lo que Miguel había pasado, no era un secreto su gran trauma pero nadie supo cómo ayudarlo. Miguel era una persona difícil.

Peter recuerda perfectamente el día en que Miguel lo perdió todo. Estuvo en el momento en que Miguel no fue inmune, simplemente cayó a un gran vacío que hasta el día de hoy no salió.

Por eso, Peter quería hacerlo feliz. Realmente feliz.

Preparó esta cena con mucho cuidado y la ayuda de Lyla, pues ella lo estaba distrayendo. La cita era a las 9 de la noche, en el departamento de Peter. Claro, Miguel tendría que viajar a su universo.  Incluso también Lyla lo ayudaba a arreglarse formalmente.

La cena se trataba de una carne asada, con alguna ensalada, un vino que provenía desde México, para recordarle su otra nacionalidad, también una crema de elote como primera entrada y al final se trataba de un pastel de chocolate con fresas.

Mayday no estaría con ellos, pues Peter solo deseaba que serían ellos dos, no nadie más. Así que por eso le ha pedido a Mary Jane que la cuidara aunque sea esta noche.

Ya casi era la hora, Peter estaba vestido con un traje color rojo, era un rojo fuerte, casi llegando al negro. En verdad quería verse bien, acomodó las sillas, la mesa y tomó las flores que había comprado, ninguna se había marchitado, así que estaban en buenas condiciones.

Miguel estaba con Lyla preparándose, el llevaba un traje de color azul fuerte, Lyla lo había escogido. Ella no le había dicho que se trataba de una cena, simplemente le mencionó que Peter había hecho una reunión con otros Spiderman y tenía que ir realmente elegante.

" ¿De qué se trata, Lyla?"

"Querían hacer algo especial por el la sociedad arácnida."

Miguel no contestó más,  quedó en silencio, mientras se miraba al espejo. Hace mucho que no utilizaba un traje demasiado formal, un leve sonrojo ha aparecido en su rostro, le daba vergüenza verse así y en su cabeza estaba la pregunta de "¿Le gustará a Peter?" La suavidad de los labios de Peter se había quedado plasmada en los labios de Miguel. Lyla le ha mirado con una sonrisa, sabía que Miguel estaba siendo feliz a lado de ese hombre.

Era hora de irse, la noche había caído por completo. Miguel cuidadosamente configuró su "reloj", abriendo el portal hacia el universo de Peter, exactamente al departamento de él. Se miró unos segundos más en el espejo, con algo de vergüenza.

"Te ves bien." Mencionó Lyla para después desaparecer.

Miguel soltó un suspiro, para después entrar a ese portal. Dejando el edificio de la sociedad arácnida detrás.

Peter por su lado estaba esperando en la puerta, con el ramo de flores en su mano, estaba temblando un poco, el nerviosismo le estaba ganando.

Miguel había llegado exactamente a la puerta de la entrada de aquel edificio con varios departamentos. Por suerte, la puerta estaba abierta, así que ha entrado sin hacer tanto escándalo.  Se quedó estático por unos segundos, sacando el papel de su bolsillo que decía el número del departamento de Peter.

Ha subido al elevador, tocando el botón del último piso.  Ha llegado, saliendo de ahí ha caminado directamente a la puerta del departamento número 6, ese era.

Cuidadosamente algo nervioso, ha golpeado cuidadosamente con los nudillos la puerta. Esperaba verse con otros Spiderman igual de traje, probablemente no sería el único ridículo.

Peter escondió las rosas en su espalda, abrió la puerta, encontrándose con la Miguel, un gran sonrojo se mostró en su rostro. Ha mostrado una sonrisa, haciéndose a un lado para que el contrario pasará.

Miguel entendió ese movimiento y ha pasado.

Se dió cuenta, no se trataba de una reunión, se sentía demasiado estúpido en el momento, pues podría haberse vestido mejor.

Peter cerró la puerta, poniendo las flores en frente de Miguel.

"Son para ti..."

Acercó el ramo un poco más hacia Miguel, sonriendo levemente y con un sonrojo más notorio en su rostro.

Miguel se ha sorprendido, pues no esperaba gran detalle, tomó las flores con cuidado,  mirándolas con gran detalle, rápidamente ha mostrado una sonrisa, un brillo se notó en sus ojos.

Qué ganas de besarlo tenía ahora.

No lo haría porque probablemente sería un movimiento extraño, al parecer todavía se ponía nervioso a lado de Peter.

Miguel deseaba que esas flores le durarán para siempre, pero este momento se quedará en su cabeza por siempre.

"¿Te gustan?"

"Me encantaron. Gracias, Parker."

Peter ha sonreído ante ese comentario, aunque de alguna manera le causaba gracia que este lo siguiera llamando por su apellido.

"La cena... está lista. La hice yo."

Peter sonrió, yendo a la mesa que estaba adelante de ellos. Peter se ha acercado para recorrer la silla y que Miguel se pudiera sentar.

Todo un caballero.

Miguel accedió, y se ha sentado, mirando aquella crema que se veía bastante deliciosa.

Peter ha abierto aquella botella de vino, mientras con cuidado le servía a la copa de Miguel y a la suya.

Después de eso se ha sentado en su lugar, para después asentir con la cabeza, dándole una señal a Miguel para que comiera.

Los minutos pasaron, estaba cenando tranquilamente, pero no se dirigían ni una palabra, pero no era algo incómodo, era un silencio con el que podían estar.

Peter se ha parado de aquella mesa para poner algo de música y animar el ambiente, gracias a su bocina se podía escuchar de una buena manera.

"¿Bailamos? El postre puede esperar."

Peter no dudó en decir aquellas palabras, su mirada fue directamente a Miguel, mientras también ponía su mano en frente de el para que este la tomará.

Miguel asintió con un tono carmesí en sus mejillas, no esperaba esto, ha sonreído, tomando con delicadeza la mano de aquel para después estar apegados del uno al otro.

La música sonaba a un ritmo lento, algo agradable. Miguel ha puesto su mano en la cintura de Peter, poniendo su otra mano en la del contrario. Por lo tanto, Peter ha puesto su mano en el hombro de Miguel.

Cómo si de un vals se tratase.

Los dos mirándose, han movido sus pies con cuidado, de adelante para atrás, intentando ir al ritmo de la música. En algunos momentos, Miguel pisaba a Peter por accidente, la última vez que bailo esto fue con su hija. Algo avergonzado, simplemente ha intentado seguir el ritmo de Peter.

Dando pequeños giros por aquella sala, moviendo aquellos pies, intentando seguir el ritmo del otro, así formaron su gran pieza de baile.

Parecía un cuento de hadas.

another universe | miguel o'hara x peter b. parkerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora