¡Mi Compañero es un Triton! (KookGi)

CAPÍTULO 4. YoonGi.

Los Thalanos de Tritonis eran hermosos. Su aspecto era ligeramente diferente al de su mundo natal, Sikaria. Al igual que sus edificios, tenían varios tonos de colores pastel, pero esta vez no se limitaban a los tonos tierra. Al igual que JungKook, la piel, las escamas y el pelo de cada individuo eran una variación de un color único. Cada uno de ellos tenía unos cuerpos de infarto.

Las mujeres, todas con el pecho desnudo, tenían unas tetas tan condenadamente grandes que deberían ser consideradas ilegales. Sus cinturas estrechas, sus caderas acampanadas y sus piernas interminables daban un nuevo significado a la expresión "figura de reloj de arena" su larga cabellera, hasta la mitad o la parte baja de la espalda, parecía apuntar a los globos perfectamente redondos de sus traseros. No es que los hombres tuvieran nada de lo que avergonzarse cuando se trataba de culos asequibles. Hasta el último de los hombres parecía un modelo fitness, pero no abultado como los culturistas. Tenían un cuerpo de nadador, pero con abdominales y bíceps más definidos.

Una magnífica mujer que parecía tener unos cuarenta años se pavoneo hacia mí. Tenía la piel arenosa —un tono mucho más cálido que el mío— y escamas de color canela con matices dorados. Con sus ojos de color ámbar y su pelo rubio dorado, formaba una figura llamativa. Había algo regio en ella, e instintivamente supe que tenía que ser la matriarca. Junto a ella —aunque más bien un paso por detrás— se acercaba otra impresionante hembra. Parecía tener la misma edad que yo, unos veinte años.

Su pelo morado oscuro y sus ojos violetas contrastaban con su piel y sus escamas de color lila pálido. Mientras que la hembra mayor tenía una serenidad tranquila, esta parecía burbujear de excitación. La mirada de JungKook hacia la segunda hembra, con una pizca de preocupación, hizo que todos mis sentidos se pusieran en alerta. Me miró intensamente, pero cuando llegaron a nosotros, en lugar de detenerse a un metro más o menos delante de nosotros, fue a ponerse al lado de JungKook. Le acarició el hombro, con la mano apoyada en la parte superior de su brazo de una forma cariñosa y posesiva que gritaba familiaridad.

El instantáneo "i¿Qué diablos?l" que sonó en mi mente no tuvo tiempo de expresarse del todo cuando JungKook empezó a hablar.

—Matriarca, tengo el honor de presentarle a mi compañero, Min YoonGi.

YoonGi, te presento a la matriarca de Arrecife Soigo, Rana Ajira.

—Es un placer conocerte, YoonGi de la Tierra —dijo la Matriarca con una voz musical que resultaba relajante y encantadora.

—El honor es todo mío, Matriarca —dije con delicadeza mientras intentaba mantener la mirada en ella en lugar de en la hembra que tocaba a mi marido.

JungKook pasó un brazo por la cintura de la hermosa más joven y la empujó un poco hacia mí.

—Madre, él es mi compañero, YoonGi. YoonGi, te presento a mi madre, Jeon Jin.

—¿Tu madre? —las palabras salieron de mi boca mientras observaba a la joven belleza con los ojos casi saliéndose de mi cabeza. Pero... pero... Vaya, estás impresionante. Parece que podrías ser su novia o su hermanita.

Las palabras no tardaron en salir y me estremecí interiormente, queriendo darme una patada. No era propio de mí hablar fuera de lugar. Para mi alivio, los tres se echaron a reír.

—Bueno, gracias, hijo. Agradezco el cumplido —dijo Jin con una sonrisa—. Teniendo en cuenta la frecuencia con la que me reprende, es probable que JungKook te diga que, en efecto, se siente como mi hermano mayor y no como mi hijo.

—Nunca se dijeron palabras más ciertas —dijo JungKook con fingido desaliento.

Para mi sorpresa, Jin se apartó de su hijo y vino a colocarse directamente frente a mí. Acarició mi cara con sus manos tan dulcemente, que me hizo sentir mal por dentro.