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Maldición, pero qué he hecho?!

Se supone debo matarlo, y aquí estoy ahora, teniéndolo bajó mi protección en mi casa.

Me aventé sobre el sofá, estoy agotado, ellos ya deben haber subido a dormir… haber, qué hace la gente normal?… se supone que soy el anfitrión y…

Sinceramente no sé qué hacer… para empezar, lo arruiné todo al final, cómo le voy a decir a mi víctima mi nombre?!

Me enderecé y senté bien, miré al frente e intenté concentrarme, qué se supone que hace la gente normal? Nunca antes había invitado a nadie a mi casa…

Haber, según recuerdo… hace como un mes maté a una familia, se supone que antes de dormir, cenan algo… oh, rayos, yo nunca ceno, deben creer que soy lo peor por no invitarles algo de cenar.

Bueno, aunque no estarían tan lejos de la realidad, no puedo dejar que Awita piense eso.

Me levanté y subí las escaleras para invitarlos a cenar, aunque no recuerdo si tengo algo decente de comer…

P̶a̶f̶!

ーHey, maldición! Ten más cuidadoー.

Bajé la vista y me encontré con Awita.

ーOh… lo lamento, es solo que no estoy acostumbrado a tratar con la genteー.

Maldición, lengua, contrólate!

ーEstá bien, no hay problema, me buscabas?ー.

ーEh?... En realidad, iba a ver si se les ofrecía algoー.

ーAh?... Yo estoy bien, pero no sé que necesite Clementeー.

ーPues voy a preguntarleー.

ーEstaba en esta habitación, acompáñame!ー.

Caminé tras de él, sentía como una descarga eléctrica en todo mi cuerpo, las manos me temblaban por alguna razón…

ーClemente?ー.

Él tocó varias veces la puerta, pero no hubo respuesta, seguido a esto, abrió y se asomó, por reflejo yo también eché un vistazo.

ーPero qué cojones?!ー.

ーSh! Se va a despertar!ー.

Ambos nos miramos a los ojos y sonreímos en complicidad, Awita sacó su móvil y tomó una foto, seguido a ello, cerramos la puerta para después estallar en carcajadas.

ーQuién demonios lleva una pijama así a todos lados?ー.

ーSolo Clemente, claro estáー.

Volví a echar un vistazo a la foto en la pantalla de su móvil y ambos reímos.

Ese rubio tenía puesta una pijama rosada de conejo, debo admitir que es de las cosas más graciosas que he visto en mucho tiempo.

ーJardred, puedo hablar contigo?ー.

ーClaro… Qué te parece en la sala?ー.

ーSí, vayamos, no quiero despertar a Clementeー.

Ambos bajamos juntos a la sala, él se sentó en un sofá, y la cara de sorpresa que hizo al sumirse en el no tenía precio, ni los 20 mil diamantes que me ofrecieron por su vida lo valían…

Qué se supone haga contigo?

Tu risa inundó la sala, me hiciste sonreír por primera vez, esta vez de una manera inocente… no por ver la muerte de alguien o por un momento de sarcasmo, si no, por algo tan inocente como lo que tú haces…

𝓕𝓸𝓻 𝔂𝓸𝓾 [𝐀𝐰𝐢𝐝𝐫𝐞𝐝]Where stories live. Discover now