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El viento se sentía fresco, el agua salada bañanado el aire dandole ese toque que te hacía lagrimear. El ambiente tenía tanta tensión que se podía cortar con una daga sin necesidad de tanto filo, pues los presentes que estaban en la punta más alta de la roca cerca de las hermosas orilla del mar, bajaban la cabeza ridiendo tributo a la hermosa laena que ahora yacía en un autud frío y rocoso.

Algunos lloraban. Otros tocaban sus manos incómodos, y si te ponías a prestar atención muy de cerca analiticamente podías ver miradas de pasión escondidas en las sombras. Todos estaban tensos, la muerte de laena marcaba un comienzo del final que aunque nadie sabía, una pequeña rubia tenía plagada la cabeza de pensamientos o mejor decristo. Visiones del futuro.

Haelena no se consideraba una persona sabia, de hecho ella era la menos cuerda de su familia pero a su vez la más sensata. Ella sabía las consecuencias de la muerte de laena. Sabía que el futuro vendría con caos pero en esté futuro había algo diferente, de hecho, alguien diferente.

Su hermana pequeña, ella no era parte de aquél futuro donde todos caían en la desgracias, de hecho con el simple hecho de que su hermano Aegon no fuera alfa ya cambiaba mucho el rumbo de su destino. Ella lo sabía y se permitía respirar un poco. Eso creía ella, creía que el futuro cambiaría hasta que sus hermanos se separaron de sus sobrinos. Cuando su hermana nació también se pactó un nuevo destino, pero al final del día todo quedaba igual, desgracia.

La peliplata se aserco a su hermana y está agarro su mano, ella era la única que permitía que la tocará. Ella era tan indefensa e inocente que odiaba como la miraba daemon. No le importaba sentir el menosprecio de su tío, de hecho lo veía patético, pero odiaba que su tío mirará así a su hermana como si ella no fuera merecedora de estar ahí, como sí fuera la peor blasfemia hacía su vista. No entendía el porque de su comportamiento,tal vez era porque su hermana tenía tanto parentesco con su madre que podría decir que eran la misma o tal vez era porque la pequeña se había atrevido a verlo como inferior. Eso la peliplata mayor no lo noto pero se encargó de pegar a su hermana a su cuerpo con recelo.

Todos estaban atentos al discurso de vaemond velaryon mirándose unos a los otros con tensión en el cuerpo. Las palabras dejando seco a laenor que pegaba más a sus hijos a su pecho rhaenyra apoyandolo cerca de el, la omega veía el dolor en el omega mayor sintiendose mal por su pérdida. Aunque ella aveces le caían mal sus hermanos no podía ni pensar en que era perderlos, vio muchas veces sus trágicos finales y lloro en cada uno, pero estaba segura que eso no sucedería. Que ellos no habían nacido para morir jóvenes y solos.

Al terminar el funeral su madre junto a todos sus hermanos y a ella para que estuvieran cerca en el velo de laena. Aegon se mantenía apartado perdido en sus pensamientos, ahora el usaba vestidos dejando los jubones y trajes atrás, mantenía su porte dejando que madre lo dominará y lo guiará, aegon había perdido ese brillo que lo perseguía a todas partes, se mantenía en su habitación leyendo o en la habitación de la peliplata bordando y escuchando las diversas actividades de Rhaelys, aveces montaba a su dragón y cumplía con sus lecciones todos los días. Su hermano maduraba y ella lo veía, aún así ver a la única persona que iluminaba a su familia siendo tan monotemático como todos la hacía sentir triste. Aemond era otra situación, desde que descubrió la calle de la seda ya no era lo mismo, su hermano apenas tenía 13 y ya había caído bajas condiciones. Aunque el se encargaba que nadie lo viera y ser sigiloso en sus actos, se sabía que el ya estaba cayendo en bajese pero trababa de ocultarlo siendo el alfa perfecto de la familia.

Su hermano daeron ahora estaba en antigua. Fue mandado como coopero por su madre hace algunos meses dejando un vacío en la pequeña Rhaelys que había perdido a sus dos compañías de juego, algo que aveces la ponía triste por eso trataba de jugar con ella todo el tiempo, su familia se estaba volviendo tan perfecta que ya dolía fingir. Era algo irritante.

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