SS Koneko Toujou.

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Definirme a mi misma no es una tarea sencilla, el hecho de que en mi pasado todas mis desgracias fueron la detonante de que me transformase en una persona, ¿desagradable?

No soy lo suficientemente crítica conmigo misma y actúo por mero egoísmo, por eso, no soy capaz de darme una valoración del todo correcta, y aunque se que soy una mala persona, no me importa, busco cualquier error o escusa para escupírselos en la cara de los demás con tal de alejarme de ellos, con un solo objetivo.

Protegerme a mi misma, odio el hecho de imaginar que de nuevo, mi confianza y mis sentimientos sean arrebatados duramente, por eso me mantuve en ese ideal.

Pero la conocí a ella, Rías gremory, una chica la cual después de que el rey demonio me salvase ella me acogió, me otorgó todo lo que necesité y jamás cuestionó el porque de mi actitud, me quise mantener lejos de ella por mucho tiempo; hice todo tipo de barbaridades con tal de que no se me acercase, pero en realidad nunca lo hizo, nunca quiso acercarse, yo solo mantuve la intriga de porque no le importaba.

Y como una niña hice berrinches con tal de llamar su atención, no lo entendía, todos querían saberlo, pero ella mantuvo su distancia y se conformó con mi presencia.

¡No puede existir alguien así de bondadoso!, ¡no lo hay!, me convencí firmemente de mis palabras, y creí que jamás generaría un sentimiento por alguna persona, no de nuevo, no soltaré ninguna lagrima por otra persona.

Ese fue mi juramento qué mantuve para mi misma, el cual, yo rompí estrepitosamente.

-¿Me estas escuchando?

Las palabras de esa mujer, la cual, siempre se mantenía serena con una sonrisa confiada, ahora, estaba con el seño fruncido debido a que me dediqué a ignorarla en todo momento.

La tarea que me estaba encomendando no era para nada normal, es como si de forma burlona, intentaba ponerme la batuta de una misión, la cual, me era imposible de cumplir.

-¿Salvar a ese trío de perdedores?

Sin poder controlar mis pensamientos, las palabras salieron solas y expuestas a todo el mundo.

En su decepción Rías golpeó su frente y con un suspiro pesado soltó toda la carga que significaba hablar conmigo.

Con una ligera sonrisa, Akeno a su lado reía con malicia, y deteniéndose por un segundo comenzó a hablar.

-Ara-ara, Koneko-chan no seas tan dura con los compañeros de tu mismo año. Después de todo eres la favorita de primero.

-Ser la favorita de pervertidos, no es ningún alago.

-De vez en cuando, no esta mal dejar tus sentimientos de lado con tal de contribuir al club, ¿no crees?

-Lo mismo opino Akeno-senpai, si la presidenta no te hubiera detenido posiblemente ya estuvieras montando al chico de primero, ¿Me equivoco?

-¡Vaya!, ¿tan pequeña y tienes esa boca?, aunque no lo puedo negar, ese chico es el que más me interesa de todos, la aura de misticismo qué lo rodea es algo que le da su encanto, una lastima que no lo comprendas si tu mayor logro solo es tragar dulces.

-Fácil.

-Enana.

-Cállense.

Harta de la pelea, Rías interrumpió la discusión de las dos, golpeando unos papeles en su escritorio, dio indicaciones a su vicepresidenta.

-Akeno, toma los exámenes y dáselos por favor a la maestra Chabashira.

-¿Chabashira?, ahí es donde se encuentra ese chico, ¿no?, corre, tal vez sea la oportunidad perfecta así tal vez y ya habrás probado a todos los de primero.

Ayanokoji el humano perfecto.Where stories live. Discover now