James Lee

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Trabajar cerca de una celebridad como DG... Lo voy a resumir en una palabra.

Espantoso.

No, no soy manager, secretaria, maquillista ni nada por el estilo. Solo soy la encargada de llevarlo a dónde sea que él necesite, su chófer.

Me contrataron rápido, simplemente me presenté y al parecer a mi jefa le gustó que no supiera nada sobre DG... Esto porque las chicas solían postularse solo para estar cerca de él.

Y yo...

Bueno, necesito dinero. Y justamente trabajar para una celebridad me dejaría tener una vida más cómoda.

Eso sí, en el contrato no mencionaban la cantidad de gente que se tiraban al auto como si su vida dependiera de ello.

Hay gente loca.

— ¿A dónde lo llevo? —pregunté sin quitar la mirada de la carretera, pero ya andando un poco.

— Al estudio de ayer, hoy es la sesión.

Esas eran nuestras conversaciones. Nunca cruzamos más de dos frases... Más que nada porque cuando lo conocí, me dí cuenta que no estaba interesado en charlar conmigo.

En mis trabajos anteriores, la gente prefería tener contacto conmigo, pues nunca viene mal hablar del día.

Nunca le insistí dado que principalmente era para comodidad suya.

— Necesito que me recojas a las 12.

— Claro, señor. —hablé un tanto confundida.

Normalmente quién solía llamarme para que lo recogiera era su manager.

— Es un restaurante lujoso. Flavors —asentí a sus palabras.— Y...

— Hemos llegado, señor DG.

— ¿Señor DG?

Salí del auto y me dirigí al asiento trasero. Al ser una agencia bastante grande, podíamos bajar con tranquilidad ya que la gente de seguridad no dejaba que nadie se acercara a nosotros.

Abrí su puerta y sonreí.

— Te espero a las 12.

— Claro, señor D-

— Llámame por mi apellido.

— Señor Kang.

Él salió del coche y entró con dos personas detrás de él. Una vez me senté en mi asiento, suspiré.

Era difícil hablar con él, es incómodo.

Además ciertas "fanáticas" no hacen más que acosarme solo porque una chica maneja el auto en el que va su queridísimo novio. Ya saben, cualquier mujer que tenga algún tipo de interacción con él, merece la muerte y el sufrimiento eterno.

Y no, no exagero.

Nunca usaba las redes sociales, pero estas estaban llenas de mensajes de odio junto con un montón de amenazas de muerte. Era difícil para mí caminar por las calles en mis momentos de descanso o en mis días libres, pues había una que otra chica que estaba dispuesta a ir ante un juez solo por tener la brillante idea de jalarme el cabello.

— Vamos al restaurante.

— Su manager me pidió que vaya a recoger a su cita, señor Kang.

Él me vió confundido una vez se sentó... A mi lado. Cosa que me pareció extraña, Dg siempre iba en la parte de atrás del coche.

— No tengo ninguna cita.

— No debe avergonzarse, vamos a recogerla. —sonreí mirándolo por primera vez— Se le nota que le gusta, señor Kang. Recogerla puede causar buena impresión.

One-Shots || Lookism-Hit ViralWhere stories live. Discover now