Yeii

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(esto es un one Shot pendejo de Evan y Cassidy)
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El cuerpo de la chica tembló.

Se volteo asustada por saber quién había interrumpido su paz, realmente se estaba relajando por primera vez desde que entró a la preparatoria, aparte, le sorprendió bastante que alguien la encontrará, tomando en cuenta que eligió el lugar más apartado de los demás para estar, vio al chico frente a ella y se calmo, por algún motivo, cada que el estaba cerca lograba calmarse, simplemente olvidar sus problemas, sonrió, quitando la mueca de enojo que tenía antes

— ¡Norman, hasta que te veo! ¿Porque faltaste tanto? Realmente me hiciste falta — la chica hablo animada, como siempre, el joven frente a ella solo la miro, preocupado–.

— Solo me enferme, aparte, me llamo Evan, lo sabes — La muchacha estuvo apunto de contestarle, pero fue interrumpida por el chico, que hablo en un susurro, incluso se podría decir que se le rompió la voz— Ya te contesté, así que dime, Cassidy ¿Porque lloras?

— ¿Ah? ¿A qué te refieres con llorar? — Pregunto la chica, Evan tomo la mano de su amiga y la puso en la mejilla de la misma, la chica pudo sentir humedad, dejo de sonreír mientras seguía sacando agua salada de sus ojos, sin hacer ningún ruido ni ninguna mueca, solo soltaba lágrimas, muchísimas, el chico soltó su mano y la alejo–.

El chico la vio preocupado, ella lo abrazo, aferrándose con fuerza a el, sintió el hombro de su uniforme mancharse pero no le importo, su mejor amiga estaba triste, debía consolarla, correspondió el abrazo, pegando a la joven a su cuerpo, se desconcertó al escuchar un gemido de dolor y algo ser atravesado, se alejo de la muchacha y la sujeto de los hombros, vio su rostro, no entendía la repentina palidez, ni el porque ya no soltaba lágrimas, bajo la vista buscando una explicación y vio un pequeño mango de navaja resaltar entre el estómago de su compañera, reconoció ese mango, el la había ayudado a decorarlo. Sacudió a Cassidy, aún sin despegar su vista del cuerpo, la sangre empezó a salir y mancho su uniforme y sus manos, rápidamente pensó que hacer, podría llevarla con los profesores para que llamarán a los padres de su amiga o a una ambulancia, pero no sabía cómo llevarla, pensó que lo mejor sería irse a buscar a alguien, se paró y soltó a la chica, no pensó en nada más que en encontrar un maestro y lo hizo, preocupado le explicó todo, al llegar otra vez al lugar, la chica estaba ahora recostada en el suelo, boca abajo, provocado que incluso el mango de la navaja se clavara en ella, el joven apretó su muñeca con fuerza, empezando a llorar, por culpa de el había pasado eso.

Intento calmarse, su amiga recibiría ayuda y todo estaría bien ¿No? Ella siempre estaba bien, mínimo físicamente o bueno, de eso se convenció, empezó a recordar mientras su hermano lo llevaba al hospital donde estaba su amiga, que había visto muchos moretones en el cuerpo de la chica, que había visto heridas graves en su cuello, que noto las cicatrices en las muñecas de la chica, que intentaba tapar con múltiples pulseras, se insulto por no hacer nada antes, sabía que algo estaba mal con ella, pero nunca pensó que fuera tan grave, por fin, llegaron al hospital.

El más joven de los dos hermanos movía ansiosamente sus piernas, temblando y al borde del llanto, mientras el otro simplemente mantenía la calma, claro que estaba preocupado, la chica era muy importante para su hermano y si bien no eran tan cercanos, el también la quería, en si, la mayoría de su familia la quería, excepto su padre, pero William no quería a nadie más que a él mismo y de vez en cuando a su familia

— Evan, solo cálmate, ella estará bien, esto ya le había pasado, ¿Te acuerdas? Ya no te preocupes y espera un poco –.

— ¿¡Cómo quieres que espere!? Cassidy podría morir y por mi culpa, porque yo nunca hize nada para ayudarla, yo..yo sabía que ella estaba mal, pero no hize nada..— el muchacho empezó a llorar y su hermano lo abrazo, intentando calmarlo–.

— Evan, entiendo cómo te sientes, pero no fue tu culpa, no puedes ayudar a alguien que no quiere ser ayudado, hiciste lo que pudiste y eso es más que suficiente –.

El joven asintió, nervioso, siguió llorando por un buen rato, cuando se calmo se alejo de su hermano y se acomodo en su silla, esperando noticias del estado de la joven.