Twenty- seventh

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Kyungsoo suspira antes de empezar hacer algunos quehaceres en su casa, porque sí, Kyungsoo se mudó al departamento de JongIn después de que este lo marcó; eso fue hace un mes.

Ahora se siente feliz y demasiado emocionado, tiene una familia, vive con su familia, tiene un alfa y un cachorro. Tiene todo lo que necesita y ama la vida que tiene.

En este mes que ha pasado, Sunwo apenas hace una semana logró separarse de Kyungsoo, ya que quería estar con él a todo segundo, recibiendo gruñidos de JongIn, claro, pues él también quería momentos con su alfa. Kyungsoo a veces le tocaba calmar esos gruñidos territoriales.


JongIn a cada momento buscaba la forma de ir hacia Kyungsoo y tomarlo entre sus brazos para darle besitos y lamer la marca en su cuello, esa marca que los une más de lo que estaban.

Kyungsoo se siente completo y amado en el departamento.

El alfa rizado aún atendía su floristería, pero no lo hacía seguido, pues recibía quejas por parte de las personas, quejas que dañaban su corazoncito sensible. Kyungsoo no le contaba estas situaciones a JongIn, solo esperaba a que el alfa llegara para acurrucarse en su pecho y poder sentirse seguro. Evadía las preguntas de JongIn con besitos y cariñitos.

La abuela Ara empezó hacerse cargo de floristería junto con YooA y el nuevo empleado, Shinwoo, que buscó empleo por cielo y tierra, Jinyoung le ofreció el trabajo aun cuando ni siquiera estaban buscando.

¿Pero quién es Young para decirle que no a un poquito de ayuda?

Kyungsoo mantenía en el departamento, lo había remodelado colocando flores en cada espacio, dejando su aroma. Acoplando el departamento a Kyungsoo.

Sunwoo amaba llegar a su casa y ser recibido por los fuertes brazos de su mamá, amaba levantarse y ver a su madre esperándolo para darle el desayuno, amaba pasar por la sala y ver a su madre leyendo un libro concentrado mientras come chocolate blanco, y, sobre todo, amaba acurrucarse en Kyungsoo y ser envuelto por ese delicioso aroma a tierra mojada con una pizca de chocolate dulce.

Kyungsoo no salía del departamento, solo si es para ver cómo va su floristería o para recibir paquetes de sus hermosas flores. JongIn de vez en cuando le decía que no era un encerrado y podía salir las veces que quisiera. Kyungsoo solo asentía, pero nunca salía.

Y hay una sola razón, razón por la cual está negándole a su hijo salir al centro comercial para comprar cosas de su escuela y cosas de la casa.

Al terminar de hacer sus quehaceres, Kyungsoo apaga la música que puso para hacerlo más feliz y más emocionado. Sunwoo bajaba las escaleras corriendo.

— ¡Mamá! ¡Mamá! — Sunwoo grita mientras corre hasta el encuentro de su madre. Kyungsoo deja los trapos sucios en limpio para después caminar y encontrarse con su cachorro — ¡Mamá!

— Aquí estoy cariño, no hay necesidad de gritar.

— Mami, ¿me acompañas al centro comercial? Debo comprar algunas cosas para una exposición súper larga, debo ganar el semestre y así poder pasar al siguiente año — Kyungsoo hace una mueca — Acompáñame, ¿sí? Veo que se está acabando la despensa, podemos matar dos gatos de un tiro — Sunwoo le sonríe a Kyungsoo quien suspira.

— Y-Yo... No creo que pueda ir amor, debo terminar — carraspea — Terminar de hacer algunas cosas en el departamento.

Sunwoo mira todo su alrededor observando como el departamento brillaba de lo limpio que está, todo estaba en orden, entonces ¿Por qué su mamá no quería acompañarlo?

                           
         
               
— Pero el departamento está bonito, mamá, por favor acompáñame — Sunwoo hace un puchero, ese puchero que consigue todo, ya que Kyungsooo es muy débil para los pucheros Kim — Prometo no molestar y hacer caso, soy un alfa obediente mamá — Kyungsoo ríe para después apretarle las mejillas a Sunwoo.

My different alpha [Kaisoo]Où les histoires vivent. Découvrez maintenant